Opinión

La compañera invisible

El día 30 de Mayo, este año se conmemora el Día Internacional de la Escleroris Múltiple. 

El Día Mundial de la EM se conmemora  con el fin de compartir experiencias, concienciar, hacer campaña con y para todos aquellos afectados por la EM.

Esta acción es la única campaña de concientización de esta enfermedad a nivel global ya que esta compañera de viaje que tengo es silenciosa, no hace ruido ni se ve, por eso es invisible y hace cada vez más necesario, que profesionales, entidades y afectados de esta enfermedad se unan para recordar que hay en España alrededor de 47.000 personas diagnosticadas y aproximadamente 1.800 nuevos casos al año. 

Esta cruel compañera de camino es la segunda causa de discapacidad más frecuente entre los jóvenes españoles y la primera en discapacidad sobrevenida. 

Un dato alarmante es que las cifras de afectados por esta enfermedad se ha duplicado por 2,5 en los últimas dos décadas. 

A pesar de que hoy en día no existe cura para la esclerosis múltiple, cada vez se controla mejor con la ayuda de fármacos, que logran reducir el número, la frecuencia e intensidad de los brotes y la cantidad así como el volumen de lesiones que aparecen en el cerebro.

Los primeros síntomas de esta enfermedad invisible suelen aparecer en edades comprendidas entre los 20 y 40 años. A mi m apareció con 24 años, en la flor de la juventud.  

La verdad es que fue un mazazo el diagnóstico, el simple pensar diario que el resto de mi vida iba a empeorar con velocidad alucinante, como promulgan las páginas web que me lancé a leer deseoso de respuestas(cosa que NO aconsejo a ningún recién diagnosticado). 

Al poco tiempo empezaron a comenzar la alteración de la sensibilidad, la dificultad para coordinar movimientos o los trastornos visuales y sobre  todo, a la par mi frustración de no ser comprendido. 

Pero aquí sigo, dando guerra e intentando acompañar a personas recién diagnosticadas como lo hacen personas Paula Bornachea con su blog “una de cada mil”, ella me empezó a acompañar en este paseo. Muchas gracias por tu labor, Ramon Arroyo con su libro “Rendirse no es una opción “ me insufló ánimo para luchar diariamente y Asier Zengotitabengoa por devolverme la ilusión para volver a jugar a baloncesto. 

Pero sobre todo quiero destacar la importancia que tiene estar bien con tu entorno y contigo mismo para llevar bien esta compañera. 

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