Opinión

Los cómplices

Ignorarlo o minimizarlo es, en cierta manera, ser cómplice del fenómeno. Como lo son quienes siembran discursos homófobos sabiendo sus consecuencias. Como cómplices fueron los siete agresores que se sumaron a la orgía criminal contra Samuel, o quienes, sin golpear, no detuvieron la agresión, y como lo fueron también aquellos que, en su círculo familiar o de amigos, conocieron después el ataque y también callaron, algo nada distinto a la omertá mafiosa. Es lo que tienen los violentos: son muy valientes cuando actúan en manada, escondidos muchas veces en la sombra de la noche, pero unos cobardes para decir: sí, yo lo he hecho.

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