La izquierda y el plan para Gaza

A la espera de conocer sí la organización terrorista Hamás acepta el plan de paz sobre Gaza que impulsa el presidente norteamericano Donald Trump, los partidos de la izquierda española agrupados en Sumar y también Podemos han decidido ya que hay que rechazarlo movilizando a sus seguidores para que hagan lo propio manifestándose en las calles.

A la cabeza de esta sesuda estrategia se encuentra Yolanda Díaz vicepresidenta del Gobierno y varios de sus compañeros de Gabinete qué parece que no se han enterado la opinión favorable de Pedro Sánchez al mencionado plan. Una hoja de ruta que cuenta con el apoyo de la Autoridad Nacional Palestina y los países árabes, empezando por Qatar, el emirato en el que se refugian algunos de los líderes de Hamás. También Egipto. Viniendo de donde venimos - más de sesenta mal gazatíes muerto, la mayor parte civiles y más de cien mil heridos -, parece que habría que dar una oportunidad a un plan cuyo primer paso compromete la liberación de los secuestrados que retiene Hamás, el cese de las operaciones militares de Israel en Gaza y la entrada de ayuda humanitaria.

Si las dos partes cumplen, lo que venga después, habrá que esperar para escrutar la viabilidad del plan en orden a su compleja aplicación. Espera crítica, pero dando tiempo para ver cómo evolucionan los acontecimientos. Y esperar para ver qué dice Hamás. ¿Por qué no lo hacen los dirigentes de Sumar y los de Podemos? Porque están pensando más en la política interior española qué en el porvenir de Gaza y el enquistado conflicto de Oriente Próximo. Tras constatar que este drama había activado una respuesta de indignación en algunos sectores de la sociedad -el "No a la guerra" que estimulado desde las alturas tumbó la última etapa de la Vuelta Ciclista a España- han decidido prolongar el discurso de rechazo a Israel sin esperar a ver qué pasa con el plan que puede enderezar el futuro de Gaza y el de la población palestina.

El plan plantea muchos interrogantes, pero puede ser un punto de partida. La alternativa es que las cosas sigan como están y que siga la invasión y los bombardeos. ¿Por qué rechazarlo de entrada? En el caso que nos ocupa porque Sumar está en horas bajas en todos los sondeos de intención de voto y visto el rédito político que calculan que puede aportar una posición radical sobre este asunto han decidido envolverse en la bandera del "No a todo". ¿Qué dirán en el caso de qué Hamás acepte el plan? Atentos a la pantalla.

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