Opinión

Etiqueta que algo queda

A María Jesús Montero ministra Portavoz de un Gobierno presidido por un ciudadano que hizo famosa la expresión "No es no" le sorprende que Pablo Casado tras su primer encuentro con Pedro Sánchez en La Moncloa se haya negado a firmar el cheque en blanco que le pedían. Sorprende que para alcanzar un acuerdo y proceder a la renovación de varios vocales del CGPJ y algunos miembros del Tribunal Constitucional haya puesto determinadas condiciones. La primera de ellas que el PSOE rompa su alianza con los separatistas de ERC y de carpetazo a la anunciada reforma del Código Penal que según lo publicado se trata de un afeitado que persigue rebajar el tipo penal de los delitos de sedición y malversación con la finalidad de facilitar la excarcelación de los condenados por el juicio del "procés". Entre otros, a Oriol Junqueras, el líder de ERC con quien el PSOE negoció la moción de censura y el posterior apoyo a la investidura presidencial del presidente Sánchez.

Que Pablo Casado haya dicho que el PP no tiene intención de apoyar al Gobierno en semejante deriva, para la ministra Portavoz es la prueba de que el jefe de la oposición se ha convertido en "negacionista". Tal como suena. ¿Conocerá la señora María Jesús Montero el significado de éste término? Parece que no porque según la definición de la RAE negacionista es quien niega hechos históricos recientes y muy graves que están generalmente aceptados. Más todavía resalta su ignorancia al respecto sí tenemos en cuenta que el negacionismo en el ámbito jurídico es un delito de odio que comete quien niegue públicamente un delito de genocidio, de lesa humanidad o contra personas o bienes protegidos en caso de conflicto armado.

A nadie con dos dedos de frente se le pasa por la cabeza pensar que el señor Casado haya cometido ningún delito por plantear al presidente del Gobierno cuales son las condiciones del Partido Popular para pactar la renovación del Consejo del Poder Judicial y el TC. Pero etiqueta que algo queda. Lo dejó escrito Georges Orwell al hablar de la "neolengua" en su visionaria "1984". En la trama de la novela el objetivo era manipular la información y el verdadero significado de las palabras para adaptarlo a los intereses del Partido. La ficción como prólogo de la realidad. Dejémoslo ahí.

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