El término subconsciente, más difundido en la actualidad en el lenguaje lego que en el psicoanalítico o psicológico, fue sustituido a partir de 1900 por el de inconsciente.
Son algunas las expresiones, al menos a nivel coloquial, que se utilizan cuando hacemos referencia a que nos ha traicionado el inconsciente, por ejemplo: “no he filtrado”. Pero de lo que no cabe duda alguna que es como una despensa donde guardamos todo aquello que, consciente o voluntariamente, no queremos manifestar, ya sea por contenidos reprimidos que queremos mantener al margen, o por un mecanismo de autodefensa ante situaciones vividas y que no queremos traer al consciente.
Todos, al menos así lo creo, hemos pasado alguna vez por una situación donde hemos expresado sentimientos que realmente no hemos querido decir, pero que en esos momentos hemos soltado a los cuatro vientos porque realmente era lo que pensábamos. Eso si, luego hemos reaccionado excusándonos por lo dicho y haciendo alusión a que no queríamos expresar eso, pero en verdad lo que ha pasado es que nos ha traicionado el inconsciente.
Hemos visto hace unos días un caso muy llamativo y revelador, donde la presidenta de Castilla la Mancha, Dolores de Cospedal, decía públicamente: “hemos trabajado mucho para saquear nuestro país”. Esta frase, a la vez que afirmación, podría pasar por una simple anécdota sino fuera por la situación que en la actualidad estamos viviendo, donde, sin duda alguna, hemos sido saqueados.
Aquí nos encontramos con dos situaciones, presuntamente, por las cuales la presidenta castellano manchega pudo expresarse de tal manera. La primera, y que muchos pensarán, es porque realmente es a lo que se ha dedicado este gobierno o, al menos, ha permitido que suceda, por lo tanto, como se suele decir, ella estaría en el ajo. Y la segunda, sobre todo como secretaria general del PP, apuntaría más al conocimiento que pueda llegar a tener sobre todo lo sucedido en su entorno político, o lo que es lo mismo, que sabía pero callaba. Personalmente, sin ser un fan de Dolores de Cospedal, pero no dudando de su honorabilidad, me inclino más por la segunda.
Aun así, no es el único caso donde un político pasa por la situación de no filtrar en sus expresiones y de manifestar lo que en esos momentos piensa. Todos recordaremos el “que se jodan” de la innombrable diputada del PP. Pero la palma, bajo mi punto de vista, se la lleva Manuel Fraga, que entre muchas de sus frases celebres, y haciendo alusión a las manifestaciones populares y estando en contra de ellas, dijo: “la calle es mía”. Y esto nos demuestra, entre otras cuestiones, como este político conscientemente trabajaba en un sistema democrático, pero que inconscientemente era un dictador, o lo que es lo mismo, nos traslada a la más pura esencia de la expresión: “nos ha traicionado el inconsciente”.
También hay políticos, como Alberto Ruiz Gallardón, que controlan muy bien el inconsciente, hasta tal punto que conscientemente, sin tener que pasar por decir que la calle es mía, nos imponen la famosa “ley mordaza”.
De todas formas, sea como sea y pensemos lo que queramos pensar, lo que ha quedado patente es que el inconsciente de la presidenta castellano manchega nos ha enseñado la cruda realidad, donde son muchos, de distintos sectores y colores políticos, los que han trabajado muy duro para llevárselo crudo, cuestión que la justicia, al menos la poca que queda en este país, de manera consciente nos revela día a día.
Dicen que nunca es tarde para el cambio, por eso me pregunto, más si cabe cuando soy muy dado a tirar y creer en el refranero español, si el dicho “los niños y los borrachos siempre dicen la verdad” habría que sustituirlo por el de: “los niños, los borrachos y el inconsciente de Dolores de Cospedal siempre dicen la verdad”.
Como dijo John Katzenbach:
