Opinión

De la burbuja inmobiliaria a la de la dependencia

La historia es el conjunto de acontecimientos que han ido sucediendo a través del tiempo. Pero no solo eso, sino que tiene la sabia facultad...

La historia es el conjunto de acontecimientos que han ido sucediendo a través del tiempo. Pero no solo eso, sino que tiene la sabia facultad de enseñarnos el camino que debemos, o no, seguir en nuestro presente para consolidar nuestro futuro.

Prueba de ello, por ejemplo, es la burbuja inmobiliaria, un reciente hecho histórico que, hoy por hoy, sigue afectando de lleno a nuestra sociedad. Porque, le pese a quien le pese, la liberalización del suelo que llevo a cabo el partido popular, presidido por Aznar, nos ha llevado a tener millones de parados en nuestros días. Y donde se demostró que la codicia de unos pocos, avalados por supuesto por el gobierno de turno, ha escrito y sigue escribiendo una historia sangrante.

Pero en esta última década si hay algo que la historia nos está mostrando, de manera clara y contundente, es que la pasividad nos lleva a que el pastel de la codicia siga estando en nuestros menús diarios, ya que una vez agotado el ingrediente del ladrillo ahora nos encontramos con unos condimentos llamados sanidad, educación y dependencia. Y donde, sin duda alguna, aquellos que engulleron la tarta inmobiliaria quieren ahora devorar nuestros servicios fundamentales.

Estamos viendo como empresas que se dedicaban a la construcción, como por arte de magia, ahora se han convertido en grandes ilustradores, por ejemplo, de nuestra sanidad. Entidades financieras que después de años de rezos al cielo, y gracias al gobierno actual, se encuentran con el ansiado pastel de las pensiones. Pero, por si esto no fuera poco, ahora vemos como también le meten el tenedor a nuestros enfermos y personas en situación de dependencia. Eso si, pinchando con tal ansia que la palabra indignidad sería un mero cumplido para esta panda de señores tan respetables.

Podríamos hablar largo y tendido, por supuesto basándonos en la cruda realidad, de la mano negra que empieza a apretar a nuestras personas en situación de dependencia. Recortes brutales en prestaciones a cuidadores en el entorno familiar. Recortes indecentes en la ayuda a domicilio y que, en muchos casos, dejan a las personas en situación de dependencia en el mayor de los olvidos. Recortes inmorales en recursos humanos y materiales en las residencias y servicios sociales, donde nuestros mayores, por ejemplo, están sometidos a un ridículo y escaso número de cambio de pañales y que trae como consecuencia que parte del día puedan estar meados.

Estas empresas tienen nombre y apellido y es el gobierno del partido popular quien las ha rebautizado abriéndolas las puertas a este codicioso paraíso. Pero si hay una que en estos días me ha llamado la atención es CLECE S.A., propiedad del grupo ACS presidido por el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez. Una empresa que en nuestro país, en distintas comunidades autónomas, ya se ha adjudicado en concurso distintas licitaciones. Pero, al menos, en una de ellas y que afecta a Castilla la Mancha, concretamente, a Mota del Cuervo en Cuenca, han entrado en una residencia pública demostrando, presuntamente, el ansia exterminador y sin ningún tipo de escrúpulos hacía algo tan fundamental como son nuestros mayores, muchos de ellos, en situación de dependencia. Con actuaciones, según alguna de sus trabajadoras, que han llevado a una situación precaria en servicios y personal a esta residencia, como consecuencia, a una dejadez de las necesidades de las personas mayores que necesitan de este servicio. Pero esto, por desgracia, no es un caso aislado, ya que son muchas las residencias, tanto públicas como privadas, que están sometiendo al personal y a nuestros mayores a unas situaciones lamentables. Eso si, la luz de la que tanto nos habla el presidente del gobierno solo alumbra a los de siempre.

Y este caso me ha llamado la atención, tal y como hacia referencia, porque me ha llevado a una indiscutible conclusión: “las fichas, cochazos y mansiones de algunos jugadores de fútbol de nuestro país están siendo pagados, al menos en parte, gracias a la situación precaria a la que están sometidos nuestros mayores y personas en situación de dependencia, ya que lo que quitan por un lado sirve para invertir en estos dioses del balón”.

No sé lo que pensará el presidente del Real Madrid cuando está sentado en su palco, pero si sé que lo que debería ver es una gran pancarta donde se dijera: “a las personas en situación de dependencia no se les vende...se les defiende”

Algunos podrán pensar que esto es pura demagogia, pero no, ESTO ES UNA INTOLERABLE REALIDAD.

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