Opinión

“Amo a España”, dijo Junqueras

El día 16 de febrero de este año escribí un texto breve bajo el mismo título, pero no pensé que casi siete meses después me vería impulsado a titular con las mismas palabras sin que tal cosa fuera producto de una serie de artículos previamente concebidos.

Como usted recordará, “Amo a España” fue una afirmación que el líder de ERC pronunció con vehemencia ante el juez Marchena, y también ante millones de televidentes. Llamó mucho la atención al comienza del juicio contra los presos políticos catalanes, provocando cantidad de opiniones en los medios.

De hecho, escribes hoy “Amo a España” y 48 de las 50 primeras noticias que te enseña Google aparecen junto al nombre del catalán, que pronto cumplirá dos años de cárcel sin condena.

Y añadió: “Lo he dicho mil veces”.

Disculpe usted lo muy ego y feo que siempre resulta eso de citarse a uno mismo, pero reconozco que aquello me impactó lo bastante como para decir que: “Mientras tanto, nadie destaca que la declaración entre rejas de Oriol hace más por la paz en un país de guerras civiles que todas las derechas de España juntas. Y también regala más votos a Pedro Sánchez que la mitad de sus barones”.

Especulé por pura intuición sobre unas elecciones que, creo recordar, aún no estaban convocadas. Imaginariamente, desfilaron delante de mí cientos de electores a quienes les gustaría votar a Junqueras, pero que viven fuera de Catalunya.

Aunque, como es lógico, no por esa circunstancia dejarían de acudir a las urnas cuando tocara.

Por eso, pensé también que votarían a quien menos odio destilara contra el líder preso y catalán. Sánchez era la única solución para quienes tuvieran prejuicios hacia Iglesias.

De los muchos votos que ganó el socialista el 28 de abril respecto al 26J de 2016, quizás alguno naciera de esa simpatía, imposible saberlo, pero la tendencia pareció confirmarse el 26 de mayo, en las Elecciones Europeas, cuando más de medio millón votaron fuera de Catalunya a la candidatura de Junqueras.

No en vano, pues es probable que el coste para Oriol de aquel “Amo a España”, aunque no solo, haya sido perder en Catalunya por más de 250.000 votos contra la candidatura de Puigdemont en las mismas elecciones al Parlamento Europeo.

Hoy, 11 de septiembre, la Diada de Catalunya parece esforzarse en ser un punto de inflexión por la recomposición de la unidad de los independentistas, pero lo cierto es que no hay ilusión que no vaya seguida de la decepción correspondiente.

Desde la doble convicción de que aquí nadie se chupa el dedo, y que tampoco hay nadie que tenga mejor información demoscópica que el gobierno, recapitularemos:

“Amo a España” de Junqueras, la declaración de un líder encarcelado. “Poca broma”, como se dice ahora, para los militantes de ERC.

Al mismo tiempo, los de ERC bloqueando el debate de los Presupuestos Generales de la España amada por Junqueras.

Y Sánchez que no estaba obligado a disolver, pero… todas las encuestas decían que el PSOE mejoraría respecto a los de Iglesias.

Y también que ERC haría lo propio contra los de Puigdemont.

Con lo caros e imprevisibles que están hoy los éxitos electorales, ¿podían renunciar ambos partidos a sus coincidentes oportunidades de victoria?

Son de sobras conocidas las distintas posiciones que los de Junqueras y los de Puigdemont mantienen ante la investidura de Sánchez.

De hecho, con sus quince diputados, ERC se ha convertido en un grupo parlamentario decisivo en el Congreso de España.

Por tanto, los políticos de ERC están pensando en clave “España” durante muchas horas cada día.

No juzgamos, pero si somos prácticos. Ahora daremos un salto, casi en el vacío, para mantener una conversación imaginaria en una cárcel de Catalunya.

Amigo Junqueras, ¿a qué distancia temporal imaginas hoy la independencia de Catalunya?

Reconócelo: ni idea.

Me gustaría enseñarte este artículo de “El País”. Lo escribió José Manuel Romero el 22 de noviembre de 2018 y se titula “El día que el Congreso votó y rechazó la República”.

¿Lo recuerdas?

Cuenta lo ocurrido en el Congreso el día 4 de julio de 1978.

Heribert Barrera era el único diputado de la denominada Coalición Electoral Esquerra de Catalunya, pues tuvisteis que borrar lo de “Republicana”, a pesar del regreso de Tarradellas, para evitar posibles problemas “burocráticos” y poder participar en las elecciones generales del 15 de junio de 1977. Por cierto, los de Pujol consiguieron once diputados.

Ese día se votó la enmienda 241 de ERC al artículo 1 de la Constitución. La presentó Barrera y decía lo siguiente:

El Estado español, formado por una comunidad de pueblos, se constituye en una República democrática y parlamentaria que propugna como valores superiores la libertad, la justicia, la igualdad y el respeto al pluralismo político”.

Romero reproduce también la declaración que, tras la votación, hizo el de ERC:

Sabía de antemano que mi propuesta recogería muy pocos votos, pero me pareció esencial ser fiel a mis electores”.

Después de aquello, larga ha sido la travesía del partido: dos legislaturas, las de 1986 y 1989 sin representación en el Congreso, y seis más con un solo diputado, pero seguro que esas dificultades no vinieron por la enmienda 241.

Por supuesto, Oriol, que los electores actuales de ERC no son los mismos que los de hace 42 años, pero no parece probable que con las solas fuerzas del partido que diriges se allane el camino hacia la independencia.

Dadas las circunstancias, entre las que brillan con luz propia y cada vez más potente nuevas urnas generales en noviembre, deja que te haga la siguiente pregunta:

¿No crees que, tras vuestro éxito en las Elecciones Europeas fuera de Catalunya, ERC debería constituirse en fuerza política central de una gran coalición de fuerzas republicanas en el resto de España?

¿Te imaginas lo que podría ocurrir con 30 o 40 diputados, o quizás bastantes más según lo que ocurriera con Unidas Podemos?

Oriol, estimado, ¿cómo era la España que amaste en febrero ante Marchena?

¿Es la misma que la de ese juez, que está preparando la sentencia contra reloj para que Europa no pueda sacarte de la cárcel?

¿Se alejará el horizonte de la República de Catalunya si ayudas a España a librarse de la Monarquía?

La misma del rey de un 3 de octubre.

Los caminos hacia la libertad son imprevisibles, pero la solidaridad siempre ha sido compañera necesaria en ese viaje.

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