Pedro Sánchez o la nada

Esta es la realidad política que tenemos en España a día de hoy y esto tiene muchas lecturas.

La primera es que los españoles somos muy afortunados de tener a un político capaz, valiente, muy bien formado intelectual, cultural y políticamente hablando y eso es algo que hay que destacar de manera muy positiva.

La segunda lectura debe llevarnos a pensar que Pedro Sánchez tiene tal talla política que afortunadamente para nuestro país, su valía trasciende fronteras y eso es bueno porque si un país tiene como máximo mandatario en el Gobierno a alguien realmente capaz y con un peso político tan determinante, es posible que arrastre a esa nación a cobrar una trascendencia que con otro político no tendría.

La tercera lectura me lleva a entristecerme porque Pedro Sánchez sería aún mejor político si se enfrentara a una buena Oposición. Y es que si por ejemplo tomamos como referencia la Transición podemos encontrar a Adolfo Suárez frente a Felipe González, en mi opinión dos auténticos animales políticos pero es que también teníamos a Santiago Carrillo o a Manuel Fraga Iribarne y la verdad que asistir a debates entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijoó o el Presidente del Gobierno contra Santiago Abascal pues qué queréis que os diga…

Es por esta tercera razón que cobra sentido el título que he puesto a este artículo porque, ¿de verdad que la gente se piensa que España puede estar en buenas manos si nos gobiernan los partidos de la DANA de Valencia, los cribados de cáncer de mama de mujeres, de los de las colonoscopias dudosas o de las residencias de ancianos donde murieron siete mil doscientos noventa y uno?

Por eso, hemos de ser muy cuidadosos a la hora de votar e incluso serlo para no ir a las urnas. Si queremos seguir avanzando (aún con errores de la lógica de la gobernanza), no podemos dejar en manos el país o una comunidad autónoma o incluso un municipio en manos de un Ayuso, de un Moreno Bonilla, de un Mazón, de un Mañueco o de una Guardiola o de un Carlos Velázquez cualquiera de la vida.

Decía Feijoó que con él vendría la Política para adultos pero me va a permitir decirle que la nada que practica él le invalida para siquiera abrir la boca para decir nada. Su forma de hacer Política sencillamente no la haría ni un niño con un día de vida. Y lo digo porque no he visto en mi cuarenta y dos años de existencia a alguien tan nulo como el amigo de Marcial Dorado.

No podemos caer en la tentación de entregar el país a los que atacan constantemente las instituciones. No podemos dejar de ir a votar para que gobiernen aquellos que se valen de recortes de periódico para llevar a los tribunales a aquel que es familiar o compañero de partido del Presidente del Gobierno.

No podemos permitirnos que en España se premie con nuestro voto a quienes con un bulo llevan al banquillo de los acusados al Fiscal General del Estado. Y es que si lo hacemos, perderán España y nuestra Democracia.

Si pierde Pedro Sánchez no se revalorizarán las pensiones conforme al IPC, no subirá el Salario Mínimo Interprofesional, la Vivienda será un artículo de lujo en manos de grandes tenedores, la Sanidad será otro lujo que sólo se podrá permitir quien tenga una buena cuenta bancaria y hasta seguramente, serían capaces de derogar la Reforma Laboral que está creando miles de empleos cada mes.

Pero es que si sigue gobernando Pedro Sánchez, hasta los jovencitos que hoy cantan el cara al Sol sin tener ni puñetera idea de lo que es eso, podrán seguir aprovechándose de las becas para ir a estudiar a la universidad o del abono transporte o del bono cultural.

Es que si sale adelante la pareja Abascal-Feijoó manejada cual marionetas por Aznar y su ventrílocuo Miguel Ángel Rodríguez, el futuro de España será realmente negro. Ni siquiera acompañado del blanco. No. Será negro del todo.

Ni siquiera habrá esperanza para quienes hoy tienen un trabajo precario. No. Es que eso irá a más. Habrá más inseguridad en las calles porque camparán a sus anchas y con total impunidad los Vito Quiles que habitan en este país. Y por cierto, ya que hablo de este ser indigno que no es periodista porque agotó todos los créditos de la carrera en la universidad a la que fue, invito a los jóvenes a copiar el comportamiento de esos universitarios y universitarias que le plantaron cara. Verles hacer eso me llenó de esperanza y me do cuenta de que la juventud puede resurgir, puede levantarse si se miran en esos chicos y chicas pues no hay mejor espejo de avance y futuro que ellos y ellas.

Por eso, en cada elección sea europea, nacional, autonómica o municipal, hemos de ir a votar masivamente. Es el derecho que algunos y algunas están deseando quitarnos y lo harán si se les deja. 

Yo soy español con toda seguridad muchísimo más que los del otro lado. Eso os lo garantizo y por eso, cuando nos llamen a votar sea cuando sea, os digo que lo hagamos sin miedo, que vayamos sin falta y sin excusas y si me considero español es porque estoy orgulloso de lo que hemos conseguido en derechos y libertades en estos años de democracia.

Por eso, sea el veintiuno de diciembre en Extremadura o sea el día que sea, los comicios que sean del lugar donde se convoque (da igual) pensemos que votar es elegir entre el modelo socialista de avance, progreso, derechos y libertades que representa Pedro Sánchez o la nada que representan una Oposición incapaz de presentar una sola propuesta alternativa digna de ser tenida en cuenta porque resulte beneficiosa para la mayoría de este país.

Pensemos en un horizonte de progreso con Pedro Sánchez, no vaya a ser que por no ir a votar nos veamos abocados al más absoluto abismo de la nada ultraderechista negacionista.