Opinión

Lo que nos exige la pandemia

Estamos viviendo tiempos muy complicados. Un momento sumamente complejo donde estamos librando una batalla durísima contra un virus desconocido que se está llevando miles de vidas humanas en todo el mundo. 

Hay quien dice (y creo que acertadamente) que las enfermedades en ocasiones van varios pasos por delante del ser humano produciendo efectos devastadores en el organismo. Eso sucede en el caso del cáncer que se presenta de múltiples maneras aunque lo cierto y verdad es que diversos estudios y ensayos que se están haciendo sobre esta enfermedad están suponiendo importantes avances y quiero destacar aquí que no sólo se está consiguiendo fuera de nuestras fronteras sino también en nuestro propio país. 

Por eso, aprovechando que el COVID-19 nos está poniendo a prueba, hay que incidir en la imperiosa necesidad de aumentar considerablemente el presupuesto destinado en materia de la investigación a fin de poder descubrir tratamientos eficaces para las múltiples patologías a las que la comunidad científica tiene que enfrentarse cada día. 

La pandemia también nos está dejando lecciones enormes y muy valiosas de cara al futuro más inmediato y que, a su vez, está dejando al descubierto las enormes carencias que tiene nuestro sistema público de Salud. 

Recuerdo unas declaraciones que hizo Ángel Gabilondo en una entrevista que concedió siendo Ministro de Educación en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero en la cual indicó que un país avanzado como el nuestro debía hacer políticas serias pensando en el futuro excluyendo de las políticas de recortes a pilares fundamentales como son la Educación, la Sanidad, Dependencia y Pensiones los cuales representan las bases en las que un país puede tener perspectivas de futuro para poder alcanzar una riqueza sostenible y que haría posible que los ciudadanos pudiéramos llevar una vida mejor. Más digna. 

Pues bien, hay quien dice que el Pasado siempre vuelve y quien piensa así está en lo cierto pues han transcurrido años desde que Gabilondo pronunciara esas palabras y ahora, cobran creo más vigencia que nunca. Y es que no hay nada más sabio que el tiempo que es el que pone a cada uno en su lugar. 

Ahora, la Comunidad de Madrid está de triste actualidad pues está siendo de nuevo el epicentro de la pandemia en España dejando entrever la fragilidad de la Sanidad Pública de esta zona teniendo a la capital del Estado como el mayor foco de virulencia de la pandemia. 

Podemos lamentarnos todos de los hachazos en materia sanitaria o educativa, sí. Podemos atacar al contrario por lo que hizo en el pasado y hasta lo que están haciendo en el Presente. Podemos incluso decir a la señora Ayuso que está quedando en evidencia su manera incompetente de gobernar. También que carece de altura y hasta de formación política. Incluso se le puede reprochar su pobreza dialéctica, su nulidad argumentativa y la nula capacidad a la hora de tomar decisiones. Podemos reprochar a Ciudadanos en la persona del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado que esté haciendo a mi juicio, un inútil esfuerzo para tapar los desatinos constantes de la presidenta pero quedarse en la queja continua no ayuda nada. Es momento de actuar y de plantear soluciones para salir de esta situación terrible que estamos viviendo. Y digo estamos porque como creo acertadamente dijo el Presidente de Castilla-la Mancha, Emiliano García-Page este gravísimo problema de la Comunidad de Madrid nos está afectando a nuestra tierra al ser zona limítrofe con ésta pero también, dada la movilidad de las personas de ese lugar, está afectando a otras zonas como Castilla y León, Extremadura o Aragón.

Por eso, exige el esfuerzo de todas las administraciones pero no es bueno ni edificante engañar a la gente. Ya dije hace no mucho tiempo que las competencias educativas están transferidas a las comunidades autónomas. En Sanidad pasa exactamente lo mismo. Por eso, achacar este problema al Gobierno Central es manifiestamente cruel e injusto y lo peor es que somos los ciudadanos de a pie quienes sufrimos las consecuencias de tanta incompetencia donde la señora Ayuso está eludiendo gravemente sus responsabilidades. 

El Ministerio de Sanidad legisla de manera general. Incluso a través del Gobierno Central se han dado partidas presupuestarias para esta materia con valor de 9.000 millones de euros para reforzar las plantillas y los sistemas de salud para poder actuar de la manera más eficaz posible desde las distintas Comunidades Autónomas. 

Pero lejos de hacer dejación de funciones, el Gobierno Central insiste acertadamente en su lema “no dejar a nadie atrás” y por eso, en su afán de derrotar al virus, en la persona del Presidente del Gobierno Pedro Sánchez se tomó la decisión de abordar de manera conjunta la gravísima situación por la que atraviesa ahora mismo la Comunidad de Madrid dejando de lado intereses partidistas acordando reunirse ambos gobiernos para atajar cuanto antes esta gravísima situación. Y es que hay que entender que este virus no distingue razas, sexos, edades y ni tan siquiera colores políticos. No. 

Lo que nos exige la pandemia es aunar esfuerzos. Por este motivo, no entendería nadie que los Presupuestos Generales del Estado se volvieran a prorrogar. Y así lo dijo hace dos días incluso el ex Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro, que fue el último que consiguió sacar adelante las cuentas públicas. O sea, que estas declaraciones vienen a darnos la razón a quienes sostenemos la idea de alcanzar grandes acuerdos cuando la exigencia es máxima. 

Por eso, hay que dejar muy claro a quienes no tienen más táctica que el NO por decreto a estos presupuestos que las consecuencias de sus actos pueden ocasionar graves problemas a todos los españoles incluidos a quienes les votaron. 

Huyamos de discursos grandilocuentes y de discursos llenos de odio y rencor que nos llevan a épocas negras de nuestra Historia reciente. 

España y el mundo necesitan dar una respuesta coordinada a esta letal pandemia. Y es por eso que necesitamos pues una acción responsable de nuestros representantes políticos.

La pandemia nos exige cambiar nuestra manera de actuar en el ámbito educativo. Y es que para combatir el virus debemos insistir en la necesidad de bajar la ratio en las aulas. Nuestros alumnos y profesores deben tener la certeza de que en los centros educativos se van a correr los menores riesgos posibles. Por eso, hago un llamamiento a aquellos consejeros y consejeras de Educación que no han hecho los deberes habiendo podido hacerlo desde el mes de marzo, tiempo en el que se decretó el Estado de Alarma donde se cerraron los colegios, institutos y universidades. Tiempo han tenido de prepararlo todo de manera eficiente y adecuada y más sabiendo que se dieron directrices generales desde el Ministerio de Educación de manera conjunta con las comunidades autónomas que se plasmaron en la Orden EFP/561/2020 de 20 de junio. Y es por eso que no valen excusas. Y para ello, desde el Gobierno Central se dieron 2.000 millones de euros repartidos ya en este mes de septiembre a todas las comunidades autónomas a fin de tener una vuelta al cole lo más segura posible aunque evidentemente, está claro que el riesgo cero no existe pero este se reduce poniendo todos los espacios posibles para que haya cuantos menos alumnos en las aulas mejor porque si la mascarilla es fundamentar usarla, también lo es que se pueda cumplir con la distancia de seguridad que recomienda la OMS de metro y medio mínimo. Por eso, o se reduce el número de alumnos por aula o no se podrá conseguir tal fin resultando ilógico que se pida reducir el aforo en bares y restaurante o que se reduzcan al máximo de personas las reuniones de amigos y luego, los políticos no sean los primeros en dar ejemplo aplicando lo que ellos mismos han dictado. 

Y pido por favor que se informe debidamente a la gente pues por ejemplo con el reparto de fondos a las comunidades autónomas se han seguido criterios por ejemplo de índole sanitario. Es por eso que por ejemplo la Comunidad de Madrid es la que ha recibido más que ninguna debido a que ha sido la que más se ha visto afectada por la pandemia. Y también, pido por favor que la cantidad económica asignada como fondo COVID para Sanidad y Educación, se destine preferentemente y en su mayor parte, a lo público que es lo que mayoría de los ciudadanos utilizamos.

La pandemia quiere ganarnos esta batalla. Nuestro deber como sociedad es no ponérselo fácil. Tenemos los medios pero lo que falta es voluntad política.

Salgan del tacticismo electoral y pongan la vida por encima de los votos, por favor.

Nos va la vida en ello.

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