Opinión

Defender España, defender la Constitución

Treinta y cinco años de libertad, de democracia, de derechos, de reconocimiento gracias a un día de diciembre, donde el conjunto de la ciudadanía española...

Treinta y cinco años de libertad, de democracia, de derechos, de reconocimiento gracias a un día de diciembre, donde el conjunto de la ciudadanía española de aquel tiempo quiso ponerse de acuerdo por el bien de todos y todas, después de tantos años sin poder hacerlo.

En todo este tiempo, hemos alcanzado cotas de prosperidad, igualdad, legitimidad social y política dentro y fuera de nuestras fronteras que hoy más que nunca se hace imprescindible recordar.

Estamos en un tiempo de cambios estructurales muy profundos, donde la voluntad de unos pocos está pudiendo a la de la mayoría social que representamos el conjunto de la ciudadanía de España.

Clamo en estas líneas por una España más abierta, libre y plural donde se respeten pacíficamente todas aquellas ideas, alternativas y propuestas que nazcan de la firme voluntad de los hombres y mujeres de nuestro país.

Pido enérgicamente que se nos deje opinar libremente y que los medios de comunicación, puedan ejercer su trabajo con total libertad e independencia y hagamos de una vez posible la pluralidad informativa que necesitamos para encontrar esa verdad que se hace hoy más que nunca, trascendental y necesaria y no una comunicación que se ponga al servicio de grupos empresariales que sigan el dictado de los mercados financieros.

Tenemos derecho a ser felices, a sentirnos parte de este proyecto común que nació con la esperanza de dejar atrás heridas que resquebrajaron nuestro territorio y sobre todo, millones de vidas humanas justas que se fueron con la esperanza de ver cumplido el sueño de una España mejor, más moderna y más justa.

Es tiempo de reivindicar más y mejor Educación Pública y para todos, que no segregue, que no se someta a la voluntad de una sola persona sino a la de toda la comunidad educativa. Es el momento de pedir que haya un trato igualitario para nuestros jóvenes y no un trato que segregue según el sexo o la capacidad de renta que tengan las familias haciendo posible un acceso universal a ella, mediante el uso de las becas pues la Educación es garantía de futuro que se hace en nuestro inmediato presente. Desde aquí, además quiero acordarme de tantos y tantos profesionales de la Educación que ahora por culpa de la crisis, no están en el lugar que les corresponde: las aulas.

Es tiempo de volver por la senda de una Sanidad de calidad, que trate a todos y todas por igual. Tenemos que recuperar el modelo donde se nos atendía a todos y todas en la mayor brevedad posible y no cargar de trabajo de manera excesiva a nuestros profesionales que tenemos en la Sanidad que es una de las mejores del mundo, además.

Es necesario hacer ver a los bancos que el dinero no lo es todo en la vida, pues su codicia y avaricia no pueden quitar a nadie su legítimo derecho a tener una vivienda digna.

Tampoco podemos olvidar a los millones de españoles a los que se les priva el derecho a poder tener un trabajo y salario dignos pues ellos son ante todo, seres humanos que merecen vivir con la mayor normalidad posible para poder llevar a cabo un justo modelo de vida sin tener que acabar con nuestro modelo de Estado del Bienestar pues acabar con él, implicaría acabar con miles de trabajo que dependen de nuestro tiempo libre encaminado a ocuparlo para nuestro ocio y disfrute.

No quiero olvidarme en estos días, de la necesaria unidad territorial de todas las sensibilidades de España y es que sólo la suma de voluntades de todos, hará que tengamos un Estado vertebrado bajo un modelo que vaya más allá de lo que hoy nos dicta la propia Constitución, pues nada somos estando separados y sí mucho si estamos juntos en paz, armonía y equilibrio tan necesarios hoy día. Por ello, pido un acuerdo entre todas las formaciones políticas, de cara a tener un modelo autonómico comprensivo y no regresivo que nos lleve a caminos equivocados, que rompan aquello que construimos en ese día seis de diciembre del año mil novecientos setenta y ocho.

Pido ante todo sensatez, cordura, pactos necesarios para que desde los más jóvenes hasta los más mayores podamos sentirnos orgullosos de nuestro país.

Pido que se revisen todas aquellas leyes que puedan ser injustas de cara a la ciudadanía pues éstas deben ponerse al servicio de ésta y no contra sus intereses.

A su vez, estoy plenamente convencido de la necesidad de cambiar nuestro sistema representativo y democrático hacia una ley electoral equitativa donde el voto de un ciudadano, valga lo mismo viva donde viva así como un sistema que permita votar a aquellas personas que creamos más válidas para la obtención de un cargo que emane siempre de la soberanía ciudadana, tal y como marca nuestra Carta Magna.

Pido por último, unidad de todos los españoles, una salida a la calle sin miedo ni ataduras de ningún tipo pues bastante nos están dañando moralmente en estos momentos como para no poder decir lo que nosotros pensemos, tal y como dicta nuestra Ley de leyes.

Españoles y españolas, defendamos todos juntos sin premura y hoy más que nunca España y nuestra Constitución y para eso, pongamos toda nuestra voluntad en el empeño de tener una España mejor, tengamos la ideología que tengamos.

Comentarios