Opinión

Cuando quienes nos representan no dan la talla

Suele suceder, por desgracia, que la democracia representativa no funciona muy bien. Y suele...

Suele suceder, por desgracia, que la democracia representativa no funciona muy bien. Y suele producirse porque al final, no sabemos por qué, sólo alcanzan cotas de representatividad los mediocres. Puede deberse a los mecanismos que se articulan para votar, a los trapicheos que se organizan entre los mediocres, o a la dejadez de quienes los permiten llegar hasta ahí. Pero lo cierto, es que llegan.

Pasa en todos los ámbitos de la vida, y el estudiantil no podía ser menos. Esta semana ha sido elegido como delegado en el Campus de Ciudad Real uno de esos mediocres supervivientes que, no se sabe (o sí) cómo, trepan y trepan hasta niveles insospechados, a costa de ganar voluntades y con el único objetivo de satisfacer su propio ego e interés.

Es VERGONZOSO que el nuevo delegado de mi campus en la UCLM defienda que eso del B1 Gratuito “es un poco una locura, no?” y que sobre el 3 + 2 “aún no tiene un posicionamiento claro porque en algunos países de europa funciona bien”. Aunque tampoco es sorprendente cuando al hablar de la democracia en delegación, dijo “yo no creo que el delegado de campus deban votarlo todos los estudiantes, cuanto más filtros haya mejor”

Nada nuevo bajo el sol, la UCLM sigue siendo la cuna de los trepas, los parásitos y futuros chorizos que ocuparán las instituciones, con más cargos que dignidad y con menos ideas que ambición. Y mientras sigan siendo 40 caciques, y no 10.000 estudiantes quienes elijan a sus representantes, no podemos esperar que vaya a cambiar. 

Sólo un 0,4% de los representados han votado a su delegado de Campus. Esto, para que nos hagamos una idea de lo democrática que es la delegación, el 99,6% de los estudiantes NO han podido elegir a su representante. La burocracia se escuda, por supuesto, en que “las y los estudiantes no quieren participar en estas cosas, les dan igual”. Y yo no sé si a algunos les dará igual, pero me juego veinte maravedíes a que si se convocan elecciones democráticas DE VERDAD, votan más de 40 y tú, delegado, no tienes ni despacho ni sillón.

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