Opinión

Soy Trabajadora Social

Por María Trinidad Fernández Gutiérrez, Diplomada en Trabajo Social

¡No me lo creo!, soy trabajadora social. Si si, habéis leído bien, después de 18 años de haber terminado la carrera, estoy ejerciendo, quien me lo iba a decir a mí, yo que pensaba a estas alturas de mi vida que mi título era para adornar la pared o para marcar la casilla de estudios universitarios de cualquier formulario.

Me llamo Mª Trini, tengo 42 años, soy madre, trabajadora social y eufórica con la oportunidad que se me brinda ahora, después de tantos años soñando con esto, tengo la ocasión  de poder demostrar que puedo hacerlo, que puedo ayudar a alguien, de poder aportar mi granito de arena a la sociedad, intentar mejorar la calidad de vida de una persona, con solo una me doy por satisfecha.

Ha sido un camino duro desde el día que salir con mi título debajo del brazo, un par de desesperantes oposiciones, y digo desesperantes por la cantidad de gente que estábamos allí, todos con la ilusión de poder conseguir algo. Trabajos de dependienta, cursos de formación…. hasta llegar a este mismo momento, en el cual soy trabajadora social.

Ese instante del 17/12/2018, en el cual sonó el teléfono y la que se me ofrecía la oportunidad de sustituir durante 15 días al trabajador social de Alganda Servicios Sociales , uff, que nervios, que sudores, millones de pensamientos se agolpaban en mi cabeza, seré capaz, estaré a la altura y me lance de cabeza, después de 18 años, me necesitaban , desempolve mis libros y allí que me presente con una sonrisa de oreja a oreja pero rota de nervios por dentro y sin saber qué hacer, por suerte me encontré con dos magníficas compañeras que se volcaron conmigo. Millones de gracias Idoya, Carolina, sin vosotras no podría haberlo conseguido.

15 días, solo 15 días y se despertó ese gusanillo que creía dormido, y me gusto, vaya si me gusto, fue poco tiempo, pero poder hacer algo por mejorar la calidad de  vida de alguien fue maravilloso, pero el sueño se acabó y se quedó en mi recuerdo el trabajo tan gratificante que hice, hasta que de repente volvió a sonar el teléfono, ¡me necesitaban otra vez!!!! Para cubrir un puesto vacante, esto ya iba en serio, ahora sí que si tenía una verdadera oportunidad de demostrar algo de mí.

Y aquí estoy con 11 días a mis espaldas, volví a encontrarme a gente maravillosa, María sin ti no hubiera sido posible. Compañeros que me están ayudando a sacar los mejor de mí misma para poder dar lo mismo a esas personas que necesitan mi ayuda, con muchas dudas, nervios, equivocaciones, pero todo esto hace que me pueda superar a mí misma y poder decir bien alto SOY TRABAJADORA SOCIAL.

Gracias  a mi compañero de viaje en esta vida, siempre me empuja a superarme, animarme y hacer que crea en mí, a mis dos niños maravillosos que se preocupan cada día, preguntando si hoy he ayudado a alguien.

Mil gracias Alganda Servicios Sociales, a su gerente, sin él, este sueño no podría haberse cumplido.

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