Opinión

Inspección y rehabilitación: seguridad, confort, ahorro y empleo

Desde Izquierda Unida, en colaboración con los Colegios profesionales de Arquitectos y Aparejadores, hemos organizado unas jornadas dedicadas a la inspección  técnica y la rehabilitación de edificios que hemos subtitulado con las palabras: seguridad, confort, ahorro y empleo, que constituyen un buen resumen de lo que creemos que puede suponer una política activa en inspección y rehabilitación

Desde Izquierda Unida, en colaboración con los Colegios profesionales de Arquitectos y Aparejadores, hemos organizado unas jornadas dedicadas a la inspección  técnica y la rehabilitación de edificios que hemos subtitulado con las palabras: seguridad, confort, ahorro y empleo, que constituyen un buen resumen de lo que creemos que puede suponer una política activa en inspección y rehabilitación.

El tema no puede estar más de actualidad si atendemos a algunos hitos recientes. Por ejemplo, el gobierno aprobó el mes pasado el Plan estatal de vivienda 2013-2016 que incide en la rehabilitación e incluye un modelo normalizado de lo que debe ser el Informe de evaluación de edificios, que es como pasará a llamarse la antigua inspección técnica. Este plan debe ahora desarrollarse en las comunidades autónomas para movilizar sus recursos, aunque ya está disponible una línea de financiación en el Instituto de Crédito Oficial destinada a comunidades de propietarios para la reforma y rehabilitación de edificios.

También se ha publicado el pasado mes el decreto que regula la obligación de una certificación energética de los edificios existentes, trasponiendo así, aunque sea de forma muy limitada, la Directiva de eficiencia energética de edificios de la Unión Europea. El uso de la certificación puede crear una cultura favorable a la rehabilitación energética, buscando ventajas competitivas en el mercado inmobiliario.

Por otra parte ha iniciado su tramitación la futura Ley de rehabilitación, regeneración y renovación urbana que pretende remover obstáculos normativos en estos ámbitos, además de regular la evaluación de edificios.

Hace pocos días un Informe de la Comisión al Parlamento Europeo sobre respaldo financiero a la rehabilitación energética de edificios anunciaba que la Comisión propondrá en el próximo marco financiero plurianual de la UE, a partir de 2014, que se incremente el apoyo a estas políticas, por ejemplo destinando hasta el 20 % de los fondos FEDER a este fin.

Por último, queda menos de un año para que todos los estados miembro de la UE cumplan la obligación marcada en la Directiva de eficiencia energética de presentar sus estrategias nacionales para movilizar inversiones para la renovación de los edificios existentes residenciales y comerciales.

El pinchazo de la burbuja inmobiliaria en nuestro país ha traído aparejada la práctica paralización del sector de la construcción, en un movimiento de péndulo que está provocando el agravamiento de la crisis y del desempleo. Pero lo cierto es sigue habiendo necesidad de vivienda asequible, de mejora del parque residencial existente para hacerlo seguro, confortable y de consumo de energía casi nulo (entendido como una combinación de menos consumo, generación propia y autoconsumo),  si hemos de cumplir los objetivos de eficiencia energética marcados para la unión europea en el horizonte 2020. Esto se ha convertido en un imperativo, tanto por razones medioambientales como sociales, para evitar que siga aumentando lo que ya se denomina como “pobreza energética” de los hogares.

Todo ello supone un desafío para el sector y una oportunidad para su reactivación y la creación de empleo, que las administraciones deben potenciar aprovechando los recursos existentes, estimulando la participación privada y creando mecanismos de financiación.

En la jornada del pasado lunes conocimos experiencias y buenas prácticas en rehabilitación con especial atención a los aspectos energéticos, mientras que la jornada del próximo lunes la dedicaremos a plantear propuestas para Toledo, tanto en relación con la inspección de edificios como con la rehabilitación de edificios, no sólo con valores patrimoniales sino residenciales de construcción reciente.

Así, el arquitecto y profesor universitario Gerardo Ruiz Palomeque nos habló de la experiencia que él mismo ha desarrollado en barrios de Zaragoza, con el impulso de la empresa municipal Zaragoza Vivienda, y del potencial que la rehabilitación tiene en Toledo, donde en 2010 realizó por encargo del Ayuntamiento, cuando la concejalía de vivienda era responsabilidad de Izquierda Unida, una Memoria para la declaración del Poblado sindical de Palomarejos, el barrio de Corea, como Área de Rehabilitación.

Confiamos en que las jornadas permitan mejorar nuestros conocimientos pero sobre todo que sirvan para extraer conclusiones prácticas que podamos llevar a cabo en Toledo entre todos.

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