Opinión

El aislamiento no es solución, es hora del Pacto por el Empleo en CLM

La petición de un Pacto regional por el empleo es un clamor, y el regreso del Diálogo Social, una necesidad en Castilla-La Mancha.

La petición de un Pacto regional por el empleo es un clamor, y el regreso del Diálogo Social, una necesidad en Castilla-La Mancha. Hay cifras que hacen necesario que el Gobierno autonómico abandone su errática posición unilateral en este asunto, y busque soluciones y políticas que hagan cambiar la tendencia de destrucción de empleo que se registra en todas las provincias de la Comunidad Autónoma.

La urgencia para crear este Pacto ha sido solicitada por los principales agentes económicos de Castilla-La Mancha (sindicatos, Cecam, autónomos, organizaciones agrarias, y otros colectivos sociales), también por los principales partidos de la oposición en reiteradas ocasiones, e incluso por la opinión pública castellano-manchega.

La mayoría parlamentaria que tiene el PP de Castilla-La Mancha en las Cortes regionales no debe convertirse en un factor de aislamiento, y ahora más que nunca es necesario una gran alianza regional que busque políticas consensuadas centradas en el mercado de trabajo y en poner freno al desmantelamiento de servicios públicos “esenciales” para la cotidianeidad ciudadana.

Alcanzar la tasa de paro del 30 por ciento con más de 270.000 personas en desempleo, saber que hay 130.000 personas que no tienen ningún tipo de prestación, y 89.000 familias en la región que tienen a todos sus miembros en el paro, deberían ser ‘motivos suficientes’ para convocar esta gran Mesa de trabajo.

La Ley de Emprendedores o el reciente Plan de Inversión y Creación de Empleo (PICE) no parece que sean argumentos suficientes para frenar esta escalada alcista del paro, y es hora de dejar a un lado siglas e ideologías para centrarnos en afrontar el principal problema que existe en Castilla-La Mancha que es el desempleo, e intentar diagnosticar soluciones para los principales sectores de la economía regional, y sobre todo, presupuestar de forma responsable para que las ayudas públicas tengan un claro destinatario; las personas que están sufriendo en Castilla-La Mancha las consecuencia del paro, y de este colectivo, los que más necesidades tienen. 


 

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