Opinión

Indignación femenina

Las mujeres, quiero creer que la inmensa mayoría de mujeres, estamos sorprendidas e indignadas por la sentencia dictada en Pamplona a los integrantes de "La Manada". El relato de hechos que se dan como ciertos y probados habla de, nada menos, que de once penetraciones para concluir que no hubo agresión sexual -antes se denominaba "violación"- sino abusos. La diferencia es notoria y sorprende que a tenor de lo que la propia sentencia da por cierto, violación en toda regla, quede diluido a la hora de la calificación final como abusos lo que conlleva una pena mucho menor que si se hubiera tipificado lo ocurrido como agresión.

Los jueces sentenciadores -al margen del voto particular especialmente sonrojante- no vieron actitud de defensa por parte de la víctima como si verse sola ante cinco hombres dispuestos a todo no fuera ya por sí mismo un hecho especialmente intimidatorio. Y escrito está en todos los manuales de psicología que si hay algo paralizante es el miedo.

Ahora, desde el ministerio de Justicia, se ha pedido a la Comisión de Codificación que estudie una posible modificación del Código Penal. Ha sido una convocatoria apresurada. Han dimitido alguno de sus miembros y a última hora se han incorporado cuatro mujeres. Habrá que estar a la espera de las conclusiones, pero se me ocurren dos reflexiones.

Una, es que resulta de todo punto injusto y empobrecedor para todos que en pleno siglo XXI, cuando vemos en todos los sectores sociales y profesionales, mujeres de primera, se prescinda de su mirada, de su criterio y de su preparación tanto en la Justicia como en empresas, grandes o pequeñas. Las mujeres, es obvio que tenemos menos fuerza física que un hombre pero admitido esto, las cabezas femeninas aportan siempre una forma distinta de entender el mundo y la vida que los hombres y prescindir de esta otra mirada es radicalmente injusto y erróneo. Por ello, mejor sería que la citada Comisión de Codificación se hiciera de nuevo, se partiera de cero con la inclusión permanente de mujeres juristas que las hay y muy buenas. Lo mismo puede decirse del mundo económico, financiero, empresarial, médico, político, etc...

No se puede negar, pese a los agujeros negros que aun existen en cuanto a igualdad de oportunidades y trato salarial y laboral, que hemos avanzado mucho. Muchísimo. España no es, como algunos pretenden hacer ver, un país del tercer mundo pero no hay país en el mundo que no tenga asignaturas pendientes y en nuestro país, una de ellas, es la igualdad salarial, la muy escasa ayuda y puesta en valor de la maternidad y hacia ello se debe aspirar de manera urgente.

Es muy probable que el Código Penal se modifique para que el margen de interpretación de la norma se estreche, pero esto no va solo de leyes. Va, sobre todo, de educación que debe iniciarse desde la más tierna infancia. ¿Es tan difícil inculcar a nuestra niños y jóvenes el concepto de respeto a los demás?. ¿Es tan complicado explicar que mi libertad acaba donde empieza la del otro?. Algo se está, estamos haciendo, mal para que muchos jóvenes se tomen a chufla todo aquello que no sea dar satisfacción a sus intereses e impulsos.

Bienvenida sea la indignación porque es justa y bienvenida sea porque está obligando a todos a una seria reflexión de como abordar situaciones que siendo minoritarias son especialmente dolorosas y vergonzosas.

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