Opinión

Las primarias, pros y contras

Se estima en tan solo un 3% de la población el número de personas afiliadas a algún partido político en nuestro país. Un porcentaje menor de éstas son las que influyen por lo general en quién toma el mando del partido y muy pocos deciden quién va en las listas en los diferentes ámbitos locales, autonómicos o nacionales. Luego, cuando llegan las elecciones, es la población con derecho a voto quien elige lo que le parece mejor.

El  PSOE está ahora inmerso en un proceso de primarias para que sus militantes (y solo ellos) decidan quién de los tres aspirantes se hace con el mando, el próximo día 21 de mayo. Este sistema interno de elección del secretario o secretaria general, que sobre el papel tiene las garantías de democracia interna, está siendo un auténtico calvario para este partido, no ya solo en el ámbito interno, sino ante la opinión pública y, lo que es peor, ante sus rivales.

Mis amigos votantes del PP dicen que su candidata es Susana Díaz, mis amigos votantes de Podemos dicen que su candidato es Pedro Sánchez; pero cuando les preguntas si votarían al PSOE en caso de salir elegido su candidato, confirman que no. Entonces, ¿qué interés tienen? Se está dando el caso, no demostrable, de personas votantes de otros partidos (a los que seguirán votando) que se han afiliado recientemente al PSOE con el único objeto de participar en las primarias en pro de “su” candidato.

La diferencia en algo más de 6.000 avales en favor de Susana Díaz, seguida de Pedro Sánchez, da idea de lo reñida que está la carrera en los puestos de cabeza, puestos de los que queda algo alejado Patxi López. Los seguidores de los primeros están tan enfrentados entre sí que éste último afirma con rotundidad que él es el único que puede unir al partido. La pregunta es si el día 22 de mayo defenderán las siglas del partido con la misma energía que lo hacen en pro de su candidato o candidata, en caso de no ganar su opción.

La democracia es buena, las elecciones son buenas, la democracia interna de los partidos es genial. Pero tal como se ve en el encono de unos contra otros, compañeros del mismo partido, dando cuartos al pregonero en las redes sociales, uno se pregunta si este sistema es el mejor y si no van a quedar demasiadas heridas abiertas sobre las que ya están desde aquel fatídico día 1 de octubre de 2016. Ya veremos.

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