Opinión

El nuevo lapsus de Rajoy

En la reciente cena de Navidad del PP madrileño, Rajoy al despedirse les espetó: “Hasta dentro de muy poquito y ya preparando las próximas elecciones”, lo que descolocó a propios y a extraños. La vicepresidenta, Soraya S. de Santa María, le quitó hierro al ser interrogada por periodistas, aduciendo ser por causa del cansancio acumulado. Pero Rajoy no da puntada sin hilo, pues ha demostrado ser más listo de lo que sus detractores creen, si bien ahora nos despista porque le han debido de curar ese tic que tenía en el ojo y que, a modo de polígrafo, lo delataba cuando mentía.

Rajoy actúa como esos delanteros que corren poco, pero que están por el área contraria y rematan a gol cualquier pelota que pase por allí. Recuérdese que era el peor posicionado cuando el “dedísimo” de Aznar lo señaló para sucederlo, compitiendo con Rato y Mayor Oreja. En el Congreso de Valencia lo eligieron como mal menor porque el PP se dividía entre “aguirristas” y “gallardonistas”; y ahí está, de presidente del gobierno después de una legislatura y cuarto y “otros cuatro años de ésta”, declara él sin que se le guiñe el ojo. Aunque la duración de esta legislatura está por ver.

El más reciente lapsus, que no el último, es más bien un aviso a navegantes por si le ponen excesivas trabas a su gobierno. A partir de mayo podría convocar terceras elecciones y pillar con el paso cambiado al PSOE, pues este partido se encuentra regido por una gestora mientras “sanchistas”, “susanistas” y “mediopensionistas”, por decir algo, se reparten las razones y las culpas de que el partido esté como está. La gestora, cuya legitimidad se cuestiona, debería convocar sin prisas, pero sin pausas, con la mayor brevedad posible, un proceso de primarias y un congreso (extraordinario u ordinario) que ponga capitán y rumbo al barco.

Unidos Podemos, dividido entre “iglesistas”, “errejonistas” y “anticapitalistas”, con la absorbida IU, y Ciudadanos ya están haciendo los deberes por si acaso, y en el mes de febrero próximo ya tendrán resueltos sus respectivos congresos. También el PP, que además está en el gobierno. Si el PSOE está pensando en alargar el breve tiempo que se le supone a la gestora hasta que determinados intereses territoriales estén satisfechos, acercándose al calor en lo meteorológico, correrá un riesgo que le puede pasar una importante factura, que luego a ver quién está dispuesto o dispuesta a asumir.

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