Opinión

Las generales, cinco partidos pero dos bloques

Las recientes elecciones autonómicas andaluzas han puesto de relieve quién es quién y en qué bloque está. Han quitado la venda de los ojos a muchos electores: a los de izquierdas que decidieron quedarse en casa, porque no veían muy izquierdosa a la candidata socialista, y a los que pensaron que votando a Ciudadanos apostaban por la moderación. Tras las elecciones, y el teatrillo posterior, se pusieron de acuerdo los partidos que conforman el bloque de derechas, Cs, PP y Vox, para repartirse el poder sin ningún rubor. Ahora ya están aplicando sus políticas pero al ralentí, porque están esperando a que pasen las autonómicas y municipales del día 26 de mayo, para poner la directa y meter la tijera en Sanidad, Educación y políticas sociales «sin complejos».

El pasado día 15, el presidente Sánchez ha pulsado el botón electoral mientras desgranaba algunos de los logros conseguidos en sus ocho meses en el gobierno: la mayor subida del SMI en décadas, el 22%; mejora de la protección a los autónomos (más de 3 millones de españoles); se han subido las pensiones, entre el 1,3 y el 3%, a más de 10 millones de pensionistas; derogado el «impuesto al sol»; una nueva ley hipotecaria; recuperación de la Sanidad Universal; se reforzaron los recursos contra la pobreza infantil y contra la violencia de género; subida salarial a los empleados públicos… En definitiva, se han aprobado 13 leyes en el Congreso de los Diputados y más de 25 RDL.

La unión entre los independentistas catalanes y el bloque de derechas consiguió tumbar los presupuestos de Sánchez. Unos presupuestos eminentemente sociales, pues incorporaban hasta el 57% del total en medidas de carácter social. La inversión en infraestructuras subía un 40%; ayuda a parados de larga duración a partir de los 52 años; aumento del 60% a Dependencia; eliminación del copago farmacéutico a pensionistas; becas, rebaja en las tasas universitarias, empleo juvenil, vivienda… Todo esto queda para la próxima legislatura, si los españoles así lo decidimos.

Casado ya ha declarado cuáles serían las primeras medidas (lo más importante para él) que tomaría, si llega a gobernar, en tres puntos: cumplir con los compromisos internacionales, políticas sociales responsables y aplicar la Constitución en Cataluña. Que traducido sería: reducir el endeudamiento (que Rajoy aumentó en un 50%, a pesar de los recortes) aplicando recortes aún más severos; dejar las políticas sociales bajo mínimos, con más recortes, incluidas las pensiones; y, dado que en Cataluña ya está vigente la Constitución, lo único que le falta es un 155 permanente.

Del electorado depende leerse los programas, entender lo que dicen en los medios de comunicación, traduciéndolo al lenguaje real, y después decidir si votar por el bloque de derechas y sus programas «sin complejos», que ya se sabe a quién perjudican, o por el bloque de izquierdas o bloque social. Esta es la realidad; lo demás son distracciones de magos de circo para que no nos demos cuenta del truco.

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