Opinión

El Ebro, esa frontera artificial

Muchos coinciden en que es necesario reformar la Constitución y es probable que con razón. Me pregunto si algunas o muchas de las reformas que se piden no se podrían solucionar con leyes orgánicas; leyes para cuya aprobación hace falta una mayoría muy difícil de conseguir en estos momentos.

El problema para una reforma constitucional es el mismo, con un espectro político tan polarizado. Porque mientras que unos partidos tratan de integrar, de tender puentes, otros se empeñan en dinamitarlos, en dividir. Y da igual a qué lado del Ebro nos situemos, el comportamiento es el mismo. Y los unos realimentan a los otros, en ambos lados.

Lo que no entiendo es qué hace ERC en el ámbito nacionalista. Y no lo entiendo porque "izquierda" y "nacionalismo" no caben en la misma frase. Deberían hacérselo mirar. Recordemos que los nacionalismos nos provocaron unas cuantas guerras el pasado siglo.

Por tanto, malos tiempos para reformas de calado. Tendremos primero que seguir construyendo puentes entre amos lados del Ebro y también hilvanar algunas posturas en cada uno de ambos lados. A ello pueden ayudar, y mucho, los medios de comunicación. Pero no solo, también los partidos y la sociedad en su conjunto.

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