Parches y ñapas

La vivienda es una de las grandes preocupaciones de los ciudadanos y por tanto carne de campaña electoral. Según el último informe de Fotocasa, la oferta de inmuebles en venta se ha hundido un 39% respecto al máximo alcanzado en 2019, un dato que refleja la creciente escasez en un mercado ya tensionado.

A esta situación se suma el temor de los arrendadores a los impagos, a la ocupación ilegal y a la "inquiocupación", inquilinos que dejan de pagar, por los largos plazos necesarios para recuperar una vivienda que, por cierto, se han disparado durante el mandato de Pedro Sánchez. Cada vez más propietarios y arrendadores reconocen que estas incertidumbres les llevan a retirar inmuebles del mercado, agravando la falta de oferta.

El presidente del Gobierno, cercado por la corrupción y una vez que ha perdido banderas tradicionales como el feminismo, el ecologismo o la inmigración, ha vuelto a la carga con un paquete de medidas sobre vivienda que mezcla anuncios nuevos con propuestas ya conocidas. Entre ellas, destaca ayudas de hasta 30.000 euros para que los jóvenes puedan alquilar una vivienda de protección oficial con opción a compra.

Sin embargo, diversos expertos advierten que este tipo de incentivos puede tener un efecto contrario al esperado: alimentar nuevas subidas de precios en un contexto de limitada oferta. También plantea ayudas específicas para la compra de viviendas en localidades con menos de 10.000 habitantes, así como la puesta en marcha de un seguro de impago para jóvenes, anunciado hace meses pero aún pendiente de materializarse.

Otro de los compromisos lanzados por Sánchez es la retirada de más de 50.000 viviendas del mercado turístico para destinarlas al alquiler residencial. No obstante, especialistas del sector advierten de que no existe garantía alguna de que dichos inmuebles acaben finalmente ampliando la oferta disponible para inquilinos. La sensación general es que, más allá de los anuncios, de la propaganda, sobre vivienda, su objetivo es cambiar el foco de discusión, ya que ninguna de las medidas anunciadas garantiza una mejora sustancial de las condiciones actuales.

De hecho, el problema afecta a los jóvenes, pero también a familias y personas mayores y todas las recetas presentadas hasta ahora por el Ejecutivo se han demostrado insuficientes e incluso perjudiciales. Para muchos analistas, se trata de parches que, lejos de aliviar la situación, podrían convertirse en alimento para una nueva espiral de precios al alza que agrava el problema.