Opinión

La utilización mediática de las jornadas de luto en CLM

El luto oficial por las víctimas del accidente de Santiago fue mal activado y erróneamente interpretado por el Gobierno de Castilla-La Mancha, que debió cesar su actividad el jueves, y que utilizó mediáticamente actos institucionales el viernes, cuando había decretado suspensión de la agenda pública. Además, el PSOE regional entró erróneamente en el enfrentamiento partidista, 24 horas después de conocer las dimensiones de la tragedia; abriendo una guerra de guerrillas, en un momento en el que había víctimas mortales procedentes de algunas de las cinco provincias, que estaban siendo identificadas. La ausencia de diálogo, pactos,comunicación entre los dirigentes, volvió a escenificarse durante este duelo, y faltó una imagen de unidad entre fuerzas políticas y agentes sociales en la región.

El luto oficial en Castilla-La Mancha por las víctimas del accidente del Alvia evidenció la falta de unidad entre los partidos políticos, la ausencia de diálogo entre los líderes y dirigentes del PP y del PSOE en la Comunidad Autónoma; y una mala utilización de un protocolo institucional, que además de establecer que las banderas de las Administraciones estén a media asta, y de que se guarde un minuto de silencio, no permite el enfrentamiento de carácter partidista. 

El accidente ferroviario de Santiago, que se ha cobrado la vida de 79 personas, seis de ellas procedentes de alguna de las cinco provincias de Castilla-La Mancha, debió haber servido para al menos, establecer una tregua en la particular batalla que mantienen a diario el PSOE y el PP,  trazando un puente entre los líderes de las formaciones políticas y sus gabinetes, con el objetivo de haber paralizado toda actividad, pero ya no sólo de los partidos, sino también del resto de organizaciones sociales, al igual que ocurre en otras autonomías, donde las imágenes de unidad no dejan lugar a dudas, sin embargo, en Toledo, hubo división política, rifirrafes dialécticos, ausencia de pactos, y utilización de las instituciones, sin que llegase esa unidad, y exhibiendo un bajo perfil ético y moral de nuestros gobernantes.

La ciudadanía echó en falta por un lado que la presidenta de la Junta de Comunidades y presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal y el secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page estuvieran juntos en alguna de las concentraciones silenciosas, que se produjeron a escasos metros, unas de otras, cuando la tragedia tiene unas dimensiones lo suficientemente importantes, como para haber transmitido a la opinión pública, que nuestros dirigentes saben estar por encima de los intereses de sus partidos y de la actividad diaria de sus administraciones, sin embargo, no fue así, sino todo lo contrario.

La Junta de Comunidades decidió erróneamente activar el luto oficial, 24 horas después del accidente, utilizando mediáticamente el jueves para sus intereses de Gobierno, y trasladando al viernes, una aparente suspensión mediática de la agenda institucional, algo que no se produjo, ya que, el mismo viernes, y sin previsiones oficiales, la televisión autonómica y pública de Castilla-La Mancha (RTVCM), fue llamada por el Ejecutivo regional, para que cubriese la firma del Pago a Proveedores entre el consejero de Hacienda, Arturo Romaní y las cuatro entidades financieras que se dieron cita, en sede institucional.

Tampoco fue correcto, que sin agenda institucional, el Gobierno regional decidiese informar, en jornada de luto, de una reunión de coordinación entre la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal y los delegados provinciales, para preparar los futuros Presupuestos.

Pero además, el PSOE de Castilla-La Mancha que decidió cesar toda actividad la jornada del jueves, no supo trasladar este mensaje al resto de su estructura logística en las provincias o en los ayuntamientos, ya que muchos grupos socialistas, enviaron el mismo jueves, comunicados de prensa para criticar algunas iniciativas del PP en Diputaciones y Ayuntamientos.

El PSOE tampoco supo activar el luto adecuadamente, a pesar de sus años de gobierno en las instituciones, legislaturas en las que eran habituales los atentados de ETA, o se vivieron tragedias como la de Chinchilla, el incendio de Guadalajara, el accidente de la Refinería de Puertollano, además de otros muchos lutos instituciones, sin que se produjesen estos cismas, sin embargo, el PSOE, el pasado viernes, ofreció una rueda de prensa para criticar las políticas de empleo de Cospedal y cuestionar los datos del paro, una comparecencia de la diputada socialista, Milagros Tolón, que no tenía encaje 24 horas después de conocer el número de víctimas mortales en el tren, y que fue descrita como “poco acertada” por los profesionales de la información, más preocupados por conocer las consecuencias de la catástrofe en Castilla-La Mancha, que por una batalla habitual  los 365 días del año.

Tampoco fue correcto, que la propia consejera de Economía y Empleo, Carmen Casero, hiciese declaraciones en un medio de comunicación tachando al PSOE de “utilización repugnante de la jornada” y acusando a este partido de no tener “sentido de Estado”, como tampoco ha sido ético, que después de transcurrir 3 días, el PP a través de su portavoz parlamentario en el Convento de San Gil, Francisco Cañizares, siguiese arreciando duras críticas contra el principal partido de la oposición, por la utilización partidista de las jornadas de luto, cuando ha sido un clamor, que la clase política no ha sabido estar a la altura de las circunstancias, y ha primado el interés mediático al solidario. 

Esperemos que ni se vuelvan a producir accidentes como el de Santiago, y deseamos que en lutos institucionales, Cospedal y Page, sean capaces de telefonearse, para que haya un cese real de actividad, y que no se convierta, unas jornadas de duelos, en una guerra de guerrillas, o en pequeñas emboscadas, cuando lo realmente importante es acompañar en el dolor de las víctimas, no en arañar un puñado de votos. 

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