Opinión

Fin de mes y pensionistas

Mis padres son muy mayores. Llevan jubilados casi veinte años y, aunque siempre se han quejado de que la subida de su pensión no ha ido acompasada a la del incremento de los precios, nunca como ahora -con la subida del recibo de luz, el agua, la nómina de la persona que les ayuda en casa, la cesta de la compra etc.- les he visto tan agobiados. "Gracias a los pequeños ahorros podemos llegar a fin de mes", se lamenta mi padre a sus 93 años. Y su queja resuena como el lamento de muchos que no entienden cómo los políticos, tan entretenidos en sus pequeñas cosas, no se ponen manos a la obra en un asunto de tanta trascendencia social como el de las pensiones.

Ayer los periódicos daban datos de como el empobrecimiento al que se enfrentan los jubilados tiene además un impacto paralelo sobre el conjunto de la economía de España. Eso es lógico porque si ellos tienen una menor capacidad adquisitiva “el consumo, que es uno de los principales motores del país, se resentirá, el Producto Interior Bruto (PIB) limitará su crecimiento y la creación de puestos de trabajo será inferir", decían. Según los cálculos de Analistas Financieros Internacionales (Afi), de aquí a 2035 esta situación podría provocar la destrucción de más de 750.000 puestos.

«La aplicación del aumento del período de cómputo de la base reguladora de las pensiones [hasta 25 años a partir de 2022] y del Factor de Sostenibilidad [que comenzará a aplicarse en 2019 y que adecuará las pensiones a la evolución de la esperanza de vida] dará lugar, previsiblemente, a una muy importante reducción de la tasa de sustitución (pensión/último salario antes de jubilarse)», explica Afi en el informe Soluciones para la jubilación que ha realizado para Unespa, y añade: «Hemos estimado que dicha tasa de sustitución descenderá en España del 81% actual al 63,2% en 2035.

En resumen, que debemos prepararnos para lo peor y ese oscuro futuro está a la vuelta de la esquina. Muchas veces he comentado la profunda injusticia que supone que los pensionistas -el sector más vulnerable de la población, el que ha llevado a sus espaldas durante estos años una carga demasiado pesada: ayudar a las generaciones más jóvenes sin trabajo ni perspectivas de futuro a salir adelante- pueden terminar abandonados a su suerte. Las pensiones se han convertido, al final, en un termómetro fiiel del grado de crispación y enfrentamiento político y así no hay manera. Si finalmente las cosas empeoran y ya no se puede recurrir al Fondo de Reserva de la Seguridad Social para pagar a los pensionistas porque la 'hucha' está tiritando ¿ que van a hacer ? ¿seguirán tirándose los trastos a la cabeza acusándose de que han sido unos manirrotos que se han gastado lo que no tenían en lo que no debían? o ¿se pondrán manos a la obra de una vez para ganarse el sueldo que les pagamos todos?

En el mismo estudio de la Afi se calcula, teniendo en cuenta varios factores, que la pérdida de poder adquisitivo de los pensionistas se traduce en unos 350 euros menos al mes, lo que tendría «un efecto negativo en el conjunto de la economía para el año 2035 de 46.000 millones de euros en términos de Valor Añadido Bruto». Y «en fuerza de trabajo, en el entorno de 754.700 personas». «Es decir, de no remediarse la ausencia de renta de los jubilados, la economía se vería mermada en un 3% del PIB en 2035, mientras que el empleo se reduciría un 3,7%», añaden los Analistas Financieros.

Si las pensiones tiemblan el sistema se resiente y todos saldremos perdiendo por lo que la falta de entendimiento en el manoseado “pacto de Toledo” es todavía más grave.

Lo he dicho y lo repito, los políticos deben ponerse ya mismo las pilas y entre todos buscar una solución para que los pensionistas del presente y del futuro no tengan que estar pendiente de cómo llegar a fin de mes. Se lo debemos a ellos y nos lo debemos a nosotros como sociedad.

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