Opinión

El futuro Hecho Diferencial de Castilla-La Mancha

La Comunidad Autónoma no tiene un Hecho Diferencial intrínseco, ni una idiosincrasia arraigada, tampoco ha conseguido perfilar una exponente regionalista con la utilización del autogobierno, ni es una autonomía con Realidad Histórica. La actual marca autonómica de Castilla-La Mancha es cumplir escruposamente con la consecución del objetivo del déficit, ser alumna aventajada en políticas de recorte y austeridad, y quizás pretenda tener como nuevo Hecho Diferencial, conseguir ser la primera autonomía en cambiar las reglas del juego democrático, reduciendo el Parlamento castellano-manchego a la mitad, sólo con los votos del PP.

La mayoría de las Comunidades Autónomas tienen alguno de los Hechos Diferenciales que contempla la Constitución Española, y en otros casos, han logrado definir alguna de sus particularidades o realidades históricas, gracias al desarrollo del marco estatutario, el denominado autogobierno, e incluso desde la perspectiva nacionalista.

Castilla-La Mancha no tiene un Hecho Diferencial intrínseco, ni una idiosincrasia arraigada y tampoco ha conseguido perfilar un exponente regionalista exclusivo de esta Comunidad Autónoma, sin poder incorporar a su estructura político-jurídica y territorial, una realidad propia, en relación al resto de las regiones.  

Su vinculación con el centralismo, por razones geográficas; la defensa del Estado español por encima de otras realidades, y la vertebración de sus cinco provincias, en un proyecto autonómico, nada homogéneo, llevó a que Castilla-La Mancha sea una de esas Comunidades Autónoma relacionadas con la defensa de España, pero sin un exponente diferenciado; no tiene lengua propia; tampoco ha perseguido ser una nacionalidad,  no ha contemplado ser una realidad histórica en su Estatuto como Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, Baleares, Aragón, Cataluña, País Vasco e incluso Extremadura; y mucho menos goza de insularidad, cupo o fuero.

Las diferentes reformas estatutarias aprobadas en la reciente historia de Castilla-La Mancha, desde 1982, y que se promulgaron en 1991, 1994, y 1997, sólo fijaron nuevos marcos competenciales, atribuyeron funciones a la Presidencia de la Junta de Comunidades, y forjaron el espíritu del autogobierno, para consolidar una nueva estructura Administrativa en la región, pero sin profundizar en cualquier caso, en el hecho diferencial, porque no convenía electoralmente al PSOE, y por la ausencia del mismo.

El anterior presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda buscó en la última reforma del Estatuto que llegó al Congreso, y que posteriormente murió por falta de consenso parlamentario,  aumentar las competencias regionales en materia de agua, para que la Comunidad Autónoma tuviera participación y decisión en los órganos de gestión hidrológica, debido a la continua expoliación que este territorio sufría con el trasvase Tajo-Segura.

Ahora, la presidenta del Ejecutivo autonómico, María Dolores de Cospedal, y el partido que sustenta la mayoría, pretenden que el Hecho Diferencial de Castilla-La Mancha, sea hacer los deberes antes que nadie, dentro de las políticas de reducción del gasto público, y reducir a la mitad, el número de escaños en el Convento de San Gil, con la finalidad de ser la primera región en ejemplarizar esta reforma administrativa.

Desde esta perspectiva, Castilla-La Mancha se caracteriza hoy en día, dentro del mapa autonómico, por ser una de las regiones baluartes de la consecución del Objetivo del Déficit, reduciendo este indicador del 7 por ciento, -en 2011-, al 1,5 por ciento del PIB,  en el ejercicio 2012, como contemplaba la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Luego, el Hecho Diferencial actual, es intentar ser la autonomía aventajada dentro de las políticas de austeridad, recortes y control del gasto público, sin embargo, la nueva reforma estatutaria, que pretende materializar Cospedal, va mucho más allá, al querer modificar el sistema electoral castellano-manchego, de forma unilateral, creando un arco parlamentario de entre 25 a 35 escaños. ¿Será éste el nuevo Hecho Diferencial?. ¿Será la primera autonomía en cambiar las reglas del juego democrático, sólo con el voto del PP?. 

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