Los resucitadores de Franco
Franco lleva muerto medio siglo. O sea, que ya no vivía cuando todo español menor de 50 nació. Sánchez tenía tres años y Zapatero quince. En el coro ministerial, tanto entre "pesoes" como entre podemitas recocinados, sera difícil encontrar uno, salvo Margarita Robles, de 1956, que vieran un "gris" y menos uno de la "social" --la Policía Armada y la Brigada Política del Régimen-- y ni corrieron delante suyo ni sufrieron siquiera una detención.
Pero ahí los tienen ustedes. Nadie sino ellos y solo ellos, así se nos presentan por supuesta trasmutación corporal de la sigla, son todos heroicos combatientes contra la dictadura y por la libertad. Que mas allá de la primera y rotunda mentira que supone añade una falacia mas. El PSOE, en la lucha clandestina de los últimos años del franquismo, ni estuvo ni se le esperaba. Con la excepción de Nicolas Redondo y un puñado más ni uno solo pisó una cárcel, aquello le tocó al PCE, "cuarenta años de vacaciones", que dijo Tamames, que sí paso por Carabanchel. Lo de ahora no es sino impostura y una apropiación indebida con todas las de la ley.
Porque he aquí, que de Franco, del que al cabo nos libramos y al que definitivamente la Transición reconciliadora enterró, por los 80 y los 90 y principios del 2000 aquí casi nadie lo mentaba y menos que tuviera quien lo escuchara y lo votara. Era ya historia y para nada referencia de presente y aún menos futuro. Hasta que a Zapatero le hizo falta como baza electoral para, según sus propias palabras a un asentidor Gabilondo, "crear tensión". O sea, enfrentar a los españoles y situar la linea de "buenos y malos" entre aquellos a quien se les asignaba el ser o no herederos del dictador. Al que se le colocaba en un lado se convertía en depositario de todas las virtudes inherentes al progresismo y merecedor de condecoración por una supuesta y presunta lucha por la libertad. Los otros pasaban a ser el mal redivivo de un fascismo que en democracia solo había conseguido y por una sola vez llevar un único diputado al Congreso, Blas Piñar.
La operación "Resucitar a Franco" quien la inicio fue ZP y en ella ahora su sucesor, del que parece haberse convertido en Gran Visir, es en lo que está. Sánchez, cada vez mas acorralado y colgado de las peores brochas, con lo que nos va a dar en noviembre, el mes que murió en 1975 el dictador, una turra que no te menees es con Franco. Y aunque ya no puede desenterrar de nuevo sus huesos sí que nos va a pasear la momia hasta la saciedad. Todo el comando AGITPROP de TVE esta ya en linea de batalla para derrotarlo en una heroica lid donde, al fin, van a lograr acabar con él. Cualquier día el Cintora se nos aparece con gorra de miliciano y estrella de cinco puntas cantando que los moros que trajó a Madrid quieren entrar.
Es todo una maldita y desquiciada vuelta al peor de nuestros pasado. Y lo mas criminal es que han conseguido en cierta manera lo que querían: sembrar el odio e irnos metiendo en un estado de guerra civil emocional. Aunque también es cierto que el tiro les ha salido, y de que manera, por la culata. Ahora resulta que hartos de toda la imposición woke y sus delirantes y obsesivos doctrinarios, los jóvenes más jóvenes están de ellos tan hasta los pelos que les han vuelto la espalda de una manera brutal. Su voto, verán que ya no sale ningún zurdo a reclamar el voto a los 16, que se suponía desde siempre iba a decantarse hacia la izquierda es ahora el más de derechas de todo el espectro de edad. Todavía mas, un 25% por cierto reconoce y hasta alardea que ve a Franco como un referente positivo.
Hay algo en lo que quizás no nos estemos cayendo del todo pero es una evidencia total. Aquí, en Europa y en América también. El pretender estigmatizar con el sambenito de extrema derecha no da ningún resultado. Y a las pruebas me remito. No hay ningún gobierno más solido y estable en la UE (está batiendo record en su país) que el de Meloni en Italia, ya se cuidan de aplicarle incluso la coletilla, y lo que está pasando en Hispanoamérica es para mirarlo también, miren lo del domingo de Milei y no olviden tampoco que el espejo donde hay que poner a mirar a los autoproclamados antifascistas son tres dictaduras de manual: Venezuela, Nicaragua y Cuba.
La milonga antifa se está quedando en lo que realmente es. El totalitarismo y la represión contra quien no piensan como ellos son su verdadera y comprobada seña de identidad. Vamos, que acusan a los demás de lo que ellos son.