Opinión

Las ambiciones de Roger

Las pretendidas abejas melíferas abejas se han desvelado como furiosas avispas que enseñan el amarillo como señal de advertencia de su furia y su veneno. El supuesto y muy autojaleado enjambre sonriente se ha quitado la careta en cuanto a Puigdemont se le cayó el pelo en Alemania. En realidad, la impostura solo era para crédulos. El separatismo destila y supura odio por todos sus poros, está en su AND, y ha presidido todos los actos de exclusión, opresión y coacción a quien no compartía su doctrina y osaba resistir a su adoctrinamiento. Pero había que impostar la sonrisa para el spot publicitario y el marketing de venta a la tele para pretender colocar el producto averiado a Europa. Como no se lo han comprado ni las empresas, ni la UE, ni los estados democráticos, la simulación ha acabado. Los avispones están furiosos. Es la definitiva prueba de un disparate que no podía tener otro por mucho que el argumentario pretendiera y pretenda que sus delitos tienen bula y deben de quedar impunes pues de lo contrario todos los que pretendan aplicar la ley serán declarados fachas. El mundo, el democrático, por entero.

La secuencia última del desplome de la tramoya (¿a quien se le ocurre elegir el amarillo para el teatro y a Waterloo para residenciar la batalla?) ha resultado digno colofón del esperpento y la farsa que representaban. Las escenas se atropellaban. 1) Fiasco y derrota en el pleno bananero para investir a Turull. Montan la pajarraca y encima la pierden. Pretendían chantajear con la investidura al Supremo y acaban yendo ante él desplumados y vencidos. 2) Con tocata y fuga añadida de tres escaños y de Rovira a Suiza. 3) Cinco ex conseller y ex presos vuelven a la cárcel por evidente y muy contrastado riesgo de fuga. Rovira les hizo un "Puigdemont" como éste le había hecho a Junqueras. 4) Con mucha alharaca y clamoreo, con mucho ruido pero ya sin nuez, Torrent acata la ley y suspende el pleno y la segunda votación. 5) Puigdemont se aterra al verse varado cerca del Polo Norte, con la orden de detención internacional encima. Su abogado lanza el humo, dice que se entregará en Finlandia, cuando ya ha salido a escape corriendo hacia la madriguera belga. Pero "el conejo no sabe que tiene al perro en el rabo" y que hasta elige el momento de que el cazador le corte el paso y la huida. Es el reventón final del "Procés".

Las avispas furiosas son la mejor demostración de la impotencia. La pretensión de hacer al preso en Alemania Molt Honorable President contra toda ley, todas las sentencias y la constitución el definitivo calentón del desvarío. Las consecuencias, si les baja la fiebre hasta ellos podrán comprenderlas, les pueden resultar letales. La instalación sine die de 155 y la disolución del Parlament por violar la sentencia del Constitucional. Ellos sabrán.

Pero hay alguien que anda, en medio de los terremotos, las erupciones y las cenizas ardientes, asomando la cabeza y escrutando su oportunidad con sus ojillos con cierto estrabismo cóncavo, fijos en un objetivo. Llegó al cargo como premio de consolación para la derrotada ERC pero ahora resulta que es el único que tiene alguno con rango y púlpito. Es Roger Torrent. Y lo que hizo el sábado y reitero el domingo fue proclamarse líder máximo del independentismo. Su mitin de inicio en el Parlamento y su proclama final, a la que ¿Cómo no? se sumaron una vez mas los palanganeros de secesionismo, la franquicia podemita de Domench y Colau, fueron la puesta en escena de su propósito y sus ambiciones. La naturaleza, y la política aún más, odian el vacío. Presos Puigdemont, Junqueras y todos los "negritos" que han ido feneciendo políticamente en tropel, el, y solo él, resulta ser quien tiene estatus, mando y posición para concitar a su alrededor un reagrupamiento de las desoladas y convulsas tropas.

Es lo que está pretendiendo vertebrar y dirigir. Ese Frente que propone no deja de ser "su" Frente para auparse al poder omnímodo del separatismo. Y mañana para auparse a la cabecera de una lista y a la presidencia de la Generalitat. Las bazas le han venido muy bien dadas pero parece que también le pueden venir grandes. No acaba de comprender que ha sido el hurtar el cuerpo y no violar la ley lo que le mantiene ahí y que si se desliza por el mismo ventisquero que los otros lo seguro es que acabe en lugar parecido. En su discurso de ayer, tras la detención en Alemania, se dio la primera gran costalada contra el hielo. En una insólita declaración institucional, con la clara voluntad de sustituir en el imaginario secesionista al ex presidente, proclamó: "Ningún juez puede perseguir al presidente de todos los catalanes". O sea, que los políticos no están sometidos a las leyes. O, en cualquier caso los catalanes tienen bula divina. Pues verá que no. Que en las democracias no. Y en los Estados de Derecho, tampoco. Y puede que muy en breve lo compruebe.

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