Opinión

Felonía consumada

El comunicado preventivo en la tarde del domingo de la Abogacía del Estado, su presunta pertenencia suena a lo que es, un sarcasmo, era el prólogo defensivo a su puesta vergonzante al servicio de Sánchez-Junqueras. Infamia consumada y ampliada en la misma mañana con la incorporación de los filoetarras de Bildu al pacto contra la Constitución y contra España.

El jubiloso anuncio dominical de los socialistas, tras haber dado a conocer, antes que al Tribunal Supremo y en el colmo de la ignominia, al líder sedicioso encarcelado de ERC lo conseguido en su favor, lograba su final su aprobación a hacer posible la investidura de Sánchez y el socialismo se henchía de gozo. El lunes solo quedaba dar a conocer públicamente la felonía perpetrada.

Que era solo la primera de las que habremos de soportar, ya sin anestesia, de ahora en adelante. De hecho el mismo lunes y tras el anuncio añadido de que habría firma solemnizada de acuerdo con el PNV, quien también se unía a la banda, no podían perdérselo, era Bildu. Sí, los herederos políticos de los asesinos de 10 militantes socialistas y de más de 850 españoles. Sí, quienes no solo no los condenan sino que los aplauden y reciben como héroes. Sí, esos que Zapatero pactó con sus jefes de ETA que legalizaría de inmediato. Sí, esos con quienes en nada el diputado José Zaragoza dirá que se siente más a gustito que con los del PP. Sus socios de Podemos no hay ya ni que decir que viven en amorosa fraternidad con ellos.

El lunes, 30 de diciembre, quedaba al fin sellada la investidura de Pedro Sánchez, y que en cruda verdad, y sin las toneladas de hojarasca de las terminales mediáticas para emboscarla, supone en su esencia la sumisión más miserable de la dignidad de España y sus Instituciones ante el separatismo. Una completa humillación que tan solo será la primera de una serie hacia el peor escenario imaginable que ya tenemos encima.

La traición estaba pactada desde hace ya mucho tiempo, simplemente era necesario adobarla y ahora se ha hecho pública. En síntesis: un Gobierno conjunto con la extrema izquierda y con la complicidad y sometido a quienes tienen solo tienen como meta el desguace de la Nación y la abolición de la soberanía del pueblo español. Sin ambages, el momento políticamente más desgraciado y perverso de nuestra historia democrática. El primer paso de la voladura de la Constitución y de los Derechos y Libertades ciudadanos conseguidos en el 1978.

Y ante ello, ante todas las líneas rojas pisoteadas, ante la violación de todos los principios y solemnes compromisos adquiridos por el protagonista de la felonía, ¿tiene algo que decir el PSOE? Pues no esperen nada. El PSOE es ya, a eso le ha llevado la trampa plebiscitaria que se nos vendía como culmen de la democracia y es en realidad la martingala favorita de los caudillos, un calla, un otorga y un pilla. Un silencio no de corderos sino de bocas abiertas y estómagos satisfechos. Todos. Y si no se consideran tales que lo demuestren con algo más que pedir vaselina como regalo de Reyes.

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