La vida feliz de Javi que rompió un kamikaze: iba a casarse y a mejorar su empleo

El joven toledano llevaba a su novia al trabajo
La vida feliz de Javi que rompió un kamikaze: iba a casarse y a mejorar su empleo - EL ESPAÑOL
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Según informa El EspañolJavi llevaba a trabajar a su novia Jenni siempre que podía. Él conducía, ella no tenía carné. Se levantaban pronto, sobre las cinco y media de la mañana, cuando el sol apenas había salido en la localidad de Casarrubios del Monte (Toledo). A Javi y Jenni la vida les trataba bien; habían formado una familia con la llegada de la pequeña Rocío. Además, estaban dispuestos a poner el broche más especial a su relación celebrando su boda el año que viene. También, a Javi le iban a ascender en su puesto de trabajo -como asesor de servicios en un concesionario de Toyota- este martes. Pero el pasado domingo de madrugada, todos sus planes de vida se truncaron. 

El joven, de 32 años, volvía de dejar a Jenni en el hotel donde trabajaba en Madrid. Pero en un punto de la A-5, de camino a Casarrubios, la mala fortuna se precipitó sobre él. Por la autovía, un joven de 23 años conducía en dirección contraria huyendo de un control de alcoholemia de la Guardia Civil.

El kamikaze impactó contra el vehículo de Javi. Quedó hecho pedazos. Ha dado positivo en alcohol y drogas; cuadruplicaba la tasa permitida. Javi murió en el acto. "Mi primo quedó hecho polvo por dentro", explica Francisco Martín, familiar del fallecido, sin poder contener la rabia que le provoca "este asesinato". Él y los otros tres familiares que se han reunido con EL ESPAÑOL en el Mesón Sánchez, situado en la Plaza de España del municipio toledano, sienten que han desmembrado a la familia. "Una familia que es como una piña", cuenta una vecina.

En el tintero se quedó el último mensaje que le envió a su amigo José Luis y que él todavía recuerda: "No puedo dejar de mirar el móvil y ver tu última conexión; habíamos quedado en vernos esta tarde. Javi, aun te estoy esperando". Nadie entiende qué sucedió, cómo Javi -una persona tan buena y llena de vida- pudo correr tan mala suerte. "Era el mejor de todos: el mejor padre, el mejor hermano, el mejor hijo...", sentencia Francisco mientras su cuñada Sarai rompe a llorar. El dolor es reciente, la emoción, incontenible. Todavía no se explican por qué le tocó a él. Los padres de Javi, ya mayores, intentan digerir este duro palo. De hecho, su madre "ya no sale casi de casa, está muy afectada". Su novia Jenni también busca ese halo de luz que le dé el empuje necesario para poder seguir adelante.

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