La despedida de una hija a su padre, muerto solo en una habitación con coronavirus

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Según recoge el HuffPost, una mujer llamada Anna Mercalli ha emocionado en Italia al publicar en el periódico Corriere della sera una carta de despedida a su padre, Luciano, que ha muerto a los 76 años por coronavirus.

El hombre era el jefe de Cerim, una empresa de la ciudad de Vigevano fundada en los años 60 que se dedica a la producción de máquinas para el sector del calzado.

“Nos escribió: ’por favor no vengáis a verme. Soy inmortal, no puedo morir. Abrazos a todos”, recuerda Anna, que cree que esa era la forma que su padre tenía de proteger a su familia de la muerte.

“No soy capaz de encontrar la paz imaginándomelo solo, en esa cama, mientras se marchaba. ¿Habrá tenido miedo? ¿Habrá sufrido? ¿Lloraron sus hermosos ojos azules?”, dice la mujer en su carta.

Anna explica que publica ese escrito para contar a su padre esas cosas que no pudo escuchar de su voz. 

“Hola papá. Muchos me dicen que cuando hablo de ti mis ojos se iluminan. Y solo puede ser de esta manera. Siempre has sido el hombre de mi vida, punto de referencia para cada acción, ejemplo a seguir, faro de existencia”, dice la carta, que termina con una cita de El amor en los tiempos del cólera, de Gabriel García Márquez: ”... es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites”.

“Mis hijas dibujaron un corazón en una hoja de papel y crearon una imagen con sus fotografías. Sé que las enfermeras lo pusieron en su mesita de noche, al menos podía verlo”, dice Anna, que recuerda que su padre estaba “aterrorizado por este virus” después de oír que las personas mayores eran más vulenerables. 

“Pasó 12 días en el hospital. Lo observé mientras entraba en la ambulancia y luego nada más. Un adiós con la mano y se fue”, relata la mujer, que concluye orgullosa: “No hay fábrica de zapatos en el mundo que no tenga una de las máquinas inventadas por él”.

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