Según recoge El Caso, poco se lo pensaban los Mossos que atendieron al requerimiento de la sala de mando este viernes por la noche que aquel servicio sería uno de los más peculiares del dispositivo Oris, el que ha diseñado la policía catalana para luchar contra el coronavirus haciendo cumplir el decreto de estado de alarma.
Un hombre avisó en los Mossos de que en un piso de la calle de Casp de Barcelona, en el Eixample, se estaba celebrando una fiesta de sexo y drogas y que había un gran número de hombres.
Los agentes, que hasta que no les abrieron la puerta no tenían claro que no estaban siendo víctimas de una broma, identificaron a las personas del piso y confirmaron, se lo confirmaron ellos mismos, que estaban haciendo una orgía.
Los participantes en esta fiesta de sexo les permitieron a los agentes entrar en el piso y allí fue cuando la sorpresa fue más mayúscula. Los policías encontraron un arsenal de drogas.
Según ha explicado un portavoz de los Mossos a ElCaso.com los agentes localizaron cocaína, éxtasis líquido, pastillas de varias clases, MDMA y también speed. Por la gran cantidad de drogas, los ocho hombres quedaron detenidos por un delito contra la salud pública. Durante este sábado quedaron en libertaddespués de declarar ante los investigadores.
Un cóctel psicotrópico para alargar la fiesta horas y horas, según los investigadores. Esta práctica que mezcla sexo y drogas tiene un nombre: chemsex. La mezcla de la química y los medicamentos (ilegales) para resistir a más horas de sexo.
No es un problema nuevo, y muchas veces no son ni conocidas por la policía, pero el aviso de uno de los participantes la destapó en la calle de Casp. Las autoridades sanitarias avisan de que este tipo de conductas, que muchas veces va asociada también a otras acciones de riesgo como el sexo sin preservativos, es un grave peligro de salud pública.
