El arquitecto conservador de la Catedral de Toledo, Jaime Castañón, ha fallecido este lunes a los 71 años, víctima de la COVID-19.
Así lo ha confirmado a Efe el deán del templo primado, Juan Miguel Ferrer, quien ha explicado que al poco tiempo de iniciarse la pandemia por coronavirus comenzó a sentir "algunos síntomas" de la enfermedad COVID-19 y que, tras permanecer en su domicilio, tuvo que ser ingresado.
A su vez, fuentes del Arzobispado de Toledo han informado a Efe de que el arquitecto llevaba unos días enfermo y de que ha fallecido este lunes, 13 de abril.
Castañón ha estado más de veinte años vinculado a la Catedral, donde comenzó haciendo “colaboraciones puntuales”, ha contado Ferrer, quien ha asegurado que "se la sabía de memoria" y que conocía "con una gran profundidad" todos sus detalles.
Ha destacado que era un arquitecto "muy acreditado" en el campo de los monumentos y colaborador de la Asociación de Cuidadores y Custodios de Catedrales de Europa, además de "muy buena persona" y un hombre "muy cordial, afable y con una educación y un trato exquisito".
"Es una pérdida muy grande para nosotros", ha afirmado el deán, quien ha confiado en que "desde el cielo nos eche una mano para encontrar a alguien que pueda continuar su labor de manera adecuada".
Ferrer ha recordado que Castañón ha participado "en mayor o menor medida" en todas las obras que se han hecho en el templo en las últimas dos décadas y ha citado, entre otras, la rehabilitación de las salas de pinacoteca y las sacristías y la restauración de bóvedas, de la Sala Capitular y de algunas capillas como la de Santiago.
En la actualidad, el arquitecto conservador se encontraba trabajando en la restauración de la torre de la Catedral, que dio comienzo el 4 de agosto de 2019 y que se esperaba que estuviera terminada en mayo de este año.