La covid-19 vuelve a hacer estragos en las residencias de mayores en la tercera ola

Paradigma de la falta de medios y del caos al inicio de la pandemia, las administraciones autonómicas y locales y las propias residencias adoptaron estrictos protocolos para evitar que el virus causara más estragos entre los más mayores
Los brotes acechan las residencias: piden más test para evitar los mismos errores
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Los rastreos sistemáticos y las restricciones de las visitas no han impedido que el coronavirus vuelva a entrar en las residencias de mayores en esta tercera ola, con brotes virulentos y en algunos casos dramáticos, como el registrado en un centro de Solsona (Lleida), donde se han producido ya 21 fallecimientos.

Paradigma de la falta de medios y del caos al inicio de la pandemia, las administraciones autonómicas y locales y las propias residencias adoptaron estrictos protocolos para evitar que el virus causara más estragos entre los más mayores, con cribados periódicos, pruebas a los trabajadores y residentes tras las vacaciones y planes para sectorizar los centros y aislar a los positivos.

Pero el virus ha vuelto a golpear a muchas de ellas. Son decenas las residencias intervenidas de nuevo por las consejerías de salud; en La Rioja, Toledo y Albacete se han prohibido otra vez las visitas, y otras regiones han decidido restringirlas al menos durante el periodo de vacunación.

Aunque a primeros de diciembre Gobierno y comunidades acordaron publicar una estadística semanal sobre la situación de los centros, con información sobre los positivos, los trabajadores de baja y los fallecimientos y sus causas, sigue sin ofrecerse una información homogénea, y las distintas administraciones continúan debatiendo con la Vicepresidencia de Derechos Sociales qué datos deben aportarse.

Los balances diarios de las autonomías muestran, no obstante, la incapacidad de muchas residencias para frenar la pandemia en sus instalaciones, como revelan los 21 muertos en Solsona (Lleida); los doce ancianos positivos en Ponferrada (León) tras recibir la primera dosis de la vacuna; o el brote de Musquiz (Bizkaia), donde 93 de los 103 residentes de un centro se han visto afectados por la covid-19.

SOLSONA: CUANDO LOS PROTOCOLOS NO SON SUFICIENTES

Un total de 137 residencias de ancianos, el 13,1 %, de las 1.045 que hay en Cataluña, están hoy en una situación grave de coronavirus, 34 más que hace una semana, según datos facilitados a Efe por el Departamento de Salud.

El brote más mortífero en las últimas semanas es el registrado en la residencia Hospital Pere Màrtir Colomés, de Solsona, que ya se ha cobrado la vida de 21 residentes (a fecha del 18 de enero) y afecta a 48 usuarios y a 38 profesionales.

El centro, aseguran a Efe desde Salud, ha seguido el protocolo definido, estableciendo un equipo de intervención rápida (EIR) para planificar la sectorización de las instalaciones, realizar tareas de limpieza y desinfección y activar de urgencia a personal de atención y refuerzo.

La residencia "atraviesa una situación complicada desde que se detectó el primer caso el 29 de diciembre", reconocen las fuentes, que explican que el pasado 10 de enero se trasladó a 16 usuarios no afectados a otro centro en Igualada (Barcelona), aunque dos de ellos dieron positivo días después.

Ante el aumento de defunciones, desde el centro decidieron realizar ayer lunes un nuevo cribaje a toda la plantilla, afectada en un 57 %.

No muy lejos, en la residencia Montsacopa de Olot (Girona), otro brote detectado a finales de diciembre tras dar positivo un trabajador ha derivado ya en la muerte de ocho ancianos.

La covid-19 ha afectado a 46 de los 87 residentes del centro y a 38 trabajadores y tuvo que frenarse el calendario de vacunación previsto, decisión que se han visto obligadas a tomar numerosas residencias ante la aparición de casos positivos.

PONFERRADA: EL VIRUS SE ADELANTA A LA INMUNIZACIÓN

Pese a que la residencia mixta de personas mayores gestionada por la Junta en Ponferrada (León) fue la primera en recibir la vacuna contra la covid-19 en la comarca del Bierzo, cinco días después de que se suministrase la primera dosis, el centro, que cuenta con 163 usuarios, ya registraba cuatro positivos.

Los afectados eran dos trabajadores y otros tantos residentes, según ha confirmado a Efe la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, pero ya son doce los residentes positivos, de los que siete han tenido que ser ingresados en el Hospital del Bierzo debido a su estado de salud.

Desde la Junta de Castilla y León remarcan también que se han tomado las medidas necesarias con el fin de frenar los contagios.

Aunque estaba previsto que la segunda dosis de la vacuna para conseguir la inmunidad efectiva empezase a suministrarse este martes en el centro, la Consejería señala que el equipo de vacunación ha preferido esperar al menos un día con el fin de hacer un barrido de los residentes.

Esta residencia registraba en abril su primer positivo por coronavirus, recuerdan desde la Consejería, que precisa que, cuando se detectó aquel primer caso en la provincia de León, ya habían fallecido 93 usuarios de residencias públicas.

MUSQUIZ: SÓLO DIEZ RESIDENTES NEGATIVOS

El pasado 11 de enero, la Diputación Foral de Bizkaia, de la que dependen los centros de mayores, informaba de un brote de covid-19 en la residencia Marcelo Gangoiti de Muskiz (Bizkaia), con 93 de sus 103 usuarios y 20 trabajadores con PCR positiva, y sólo 10 residentes libres del virus, tras un cribado completo del centro.

El origen del brote está en la segunda planta de la residencia, según denunciaron algunos familiares de usuarios, quienes también criticaron el cierre de una de las plantas en octubre "por la falta de mayores" y no para tener una zona covid-19, como habían supuesto en un principio.

El diputado foral de Acción Social, Sergio Murillo, explicó hace una semana que "puede haberse producido algún error" en Marcelo Gangoiti y que "está fallando algo" al no cumplirse las "medidas básicas" como el mantenimiento de las distancias de seguridad.

Ante sus palabras, el comité de empresa de la residencia de la localidad vizcaína emitió un crítico comunicado, aseguró que los trabajadores han seguido los protocolos de actuación impuestos por la Diputación y recordó que el centro ha pasado todas las inspecciones, la última el 8 de enero.

El comité demandó una "completa desinfección del centro por parte de empresas especializadas en el sector, no puntualmente sino periódicamente, como se venía realizando meses atrás", y la realización de PCR masivas a trabajadores y residentes de forma regular.

El último dato ofrecido el pasado domingo por la Diputación Foral recoge que aún hay 82 residentes contagiados.

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