La extensa calle Angeles Gasset de Cuenca es cada día, desde hace una semana, el punto de encuentro de varias ambulancias, que, junto a los incansables aplausos del vecindario, muestran su apoyo incondicional a una familia que lucha contra el coronavirus.
En la zona residencial del barrio de Villa Román, a las afueras de la ciudad, estacionan desde hace varios días, a las ocho de la tarde, varias ambulancias conquenses, según ha podido comprobar EFE.
Su intenso color amarillo, sus sirenas y sus dispositivos luminosos se mezclan con interminables aplausos para la familia de una enfermera contagiada con coronavirus, que con 46 años, lucha por salir adelante en la UCI del Hospital "Virgen de la Luz".
En su domicilio la esperan sus dos hijos, de 3 y 7 años, junto a su marido, trabajador del sector, y en cuarentena desde hace unos días.
Sus compañeros de profesión, a pesar de la sobrecarga de trabajo de estas semanas, no dudan en volver cada día, a la misma hora a reconfortarles con la esperanza.
Bajan de los vehículos y aplauden sin descanso frente a su ventana para después seguir su ruta, que se mezcla con más ovaciones, el himno de España o algunos sonidos de la Semana Santa, en un barrio en el que antes había cientos de niños en sus parques.
Ellos son algunos de los cerca de 300 trabajadores empleados en el sector de ambulancias en la provincia, algunos de ellos en aislamiento domiciliario por coronavirus, según ha explicado a EFE María José Villanueva, delegada sindical del sector del sindicato CCOO.
Villanueva ha señalado que, aunque han disminuido los servicios programados, la empresa adjudicataria ha tenido que realizar más contrataciones para cubrir las bajas.
Con todo, ha demandado más equipos de protección individual para todo el personal, dado que ellos también deben estar protegidos en las decenas de trasladados que realizan día tras día.
