El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado este viernes que la Junta ha adquirido otros 40.000 test rápidos de detección de COVID-19 a una segunda empresa, de modo que, junto a los 60.000 comprados recientemente, permitirán realizar 100.000 pruebas en los próximos días.
García-Page ha hecho este anuncio durante una entrevista en Castilla-La Mancha Media, en la que ha explicado que los test cuentan con homologación americana, europea y del Instituto Carlos III y que tienen "un nivel de eficacia extraordinario".
Asimismo, ha indicado que se dará prioridad en las pruebas a personal sanitario y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque sólo son útiles en personas con síntomas, "a partir del tercer o cuarto día".
Durante la entrevista, el presidente del Ejecutivo autonómico ha analizado la situación desde tres puntos de vista: los recursos físicos, humanos y materiales.
En el primero, ha destacado que, aunque los hospitales están funcionando "a pleno rendimiento", nunca ha habido menos de 400 camas disponibles.
Desde el punto de vista de los recursos humanos, ha resaltado que en Castilla-La Mancha se había contratado a 5.000 profesionales antes de la crisis, a los que ahora se han sumado 3.100, de manera que "hemos contratado tanto personal como el que se despidió en época de recortes".
Respecto al material, el jefe del Ejecutivo autonómico también ha subrayado que en la región no han faltado respiradores y que a los seis millones de elementos de protección que se han distribuido hasta la fecha, hay que añadir que este sábado comienza el reparto de otro millón más.
En cuanto a las residencias de mayores, ha hecho hincapié en que Castilla-La Mancha cuenta con cuatro centros más que toda la Comunidad de Madrid para el triple de población y en que muchas de las personas usuarias de estas instalaciones no pueden valerse por sí mismas, porque tienen un alto grado de dependencia.
Ha señalado que el virus se ha cebado con esta generación, que ha sido población "diana", y ha recordado que, de 430 residencias que hay en la región, se han detectado casos de coronavirus en 153.
Igualmente, ha indicado que se han tomado las correspondientes medidas de aislamiento y que están siendo "objeto de intervención" por parte de la Administración regional.
Sobre cuándo volverán los alumnos a las aulas, ha dicho que la decisión no es autonómica, sino que ha de someterse al criterio del Gobierno de España y ha añadido que los estudiantes "no pueden salir perjudicados", después del esfuerzo que han hecho durante dos terceras partes del curso.
En este punto, también ha considerado "bastante posible" que se prolongue el estado de alarma y ha agregado que en estos días "probablemente lo están estudiando", lo cual afectaría al calendario escolar y al sistema de evaluación.
En cuanto a las críticas de la oposición, ha dicho que hay gente para la que cualquier crisis es "una oportunidad para derrumbar al gobierno" y ha incidido en que éstas afectan "a todos" y en que no quiere "debates y ni controversias" al respecto porque, a su juicio, lo principal es abordar primero la crisis sanitaria y después la económica.
Ha insistido en que esta crisis "no es ideológica" y ha abogado por "una Europa social, sensible" y por "buscar consensos" para afrontar después la recuperación, a la vez que ha apuntado que su "lema" siempre ha sido "reconstruir", por lo que ha asegurado que "no va a haber recortes".
"No digo que no pueda haber medidas de racionalización, de ajuste, de austeridad, pero no va a haber recortes de servicios públicos", ha asegurado García-Page, quien ha hecho hincapié en que: "Vamos a intentar mantener los servicios que hemos conseguido y en el momento en que podamos, seguir adelantando pasos en la reconstrucción".
Además, ha reflexionado acerca de que esta situación está haciendo que el país entero se sienta nación, "para lo bueno y para lo malo", y sobre cómo entre comunidades autónomas se están "ayudando" con el traspaso de camas y el intercambio de material sanitario.
