Opinión

El Trabajo Social con mayores

Por Laura Valera Prieto 

Según la Organización Mundial de la Salud  ,debido el aumento de la esperanza de vida y a la disminución de la tasa de fecundidad,  la proporción de personas mayores de 65 años esta aumentando mas rápidamente que cualquier otro grupo de edad en casi todos los países. El envejecimiento puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y el desarrollo socio económico pero también constituye un reto para la sociedad, que debe adaptarse a ello para mejorar al máximo la salud y la capacidad funcional de las personas mayores así como su participación social y su seguridad. 

En España, el INE calcula que el porcentaje de mayores de 65 años podría ser del 25, 6% en 2031. 

 La población mayor de 65 años en Castilla la Mancha,  es  aproximadamente del 20 %  dato que coincide  en el municipio donde desarrollo mi labor  como trabajadora social en servicios sociales de atención primaria. 

Contamos con una red de prestaciones básicas de atención a las personas mayores, para intentar en la medida de lo posible que  la persona mayor permanezca en su domicilio el máximo tiempo posible,   tales como el Servicio de Ayuda a Domicilio, la Teleasistencia, comidas a domicilio,  Servicio de Estancias Diurnas y Vivienda de Mayores,..

Desde mi experiencia como trabajadora social en el entorno rural con personas mayores, puedo decir que nos encontramos con distintos perfiles: 

Personas mayores que necesitan de una intensidad de cuidados más alta.

Personas mayores que requieren de una atención en momentos puntuales del día.

Las  que necesitan una supervisión y apoyo en las realización de las tareas domesticas 

Personas que desarrollan estilos de vida saludables, participan en actividades de voluntariado, talleres de estimulación cognitiva y actividades de ocio saludable. 

Como Trabajadora Social cada día me acerco a este colectivo y a sus familias, acompañando en su proceso de decisión de cuál es el recurso que más se adecua a sus circunstancias vitales , a sus condiciones físicas y de salud, así su adaptación  a las áreas de la vida diaria, teniendo en cuenta siempre la opinión de la persona mayor y la red de apoyos con la que cuenta, con la finalidad de contribuir en medida de lo posible a mejorar su calidad de vida. 

Destacar la importancia en nuestra intervención de la visita a domicilio, y la entrevista realizada en el entorno , en la que además de valorar a nivel técnico las  condiciones de habitabilidad  y seguridad de la vivienda, nuestros mayores   hacen que me sienta  parte de su historia de vida, a través de sus recuerdos  más significativos, vivencias y experiencias,  puedo observar que en esta etapa de la vida todavía está llena de oportunidades. 

Las exigencias burocráticas y la presión de la familia que demanda un recurso inmediato hace algunas veces nos dejemos arrastrar y obviemos la necesaria escucha activa hacia lo que la persona mayor quiere, debemos respetar siempre sus decisiones, preferencias y opciones personales. 

Si queremos hacer un trabajo social de calidad con las personas mayores este punto debe de ser primordial.

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