Una pelea por una canción más en una cena acaba con la vida de un joven matrimonio

Dejan huérfanos a tres niños
Una pelea por una canción más en una cena acaba con la vida de un joven matrimonio
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Según recoge El Caso, una pelea por una canción fue el detonante del atropello mortal en la pedida de mano de El Álamo(Madrid) en el que murió un matrimonio de 27 y 28 años y otra joven resultó gravemente herida

Tenía que haber sido una noche feliz

La sala 41 del Tanatorio Sur de Madrid fue el escenario el martes pasado del velatorio por Jessi y Peke, el matrimonio que murió atropellado en la disputa entre dos clanes gitanos del domingo 26 de julio. Dejan cuatro hijos de dos, cinco, siete y once años huérfanos y una familia sedienta de venganza.

Tenía que haber sido una de las noches más felices de su vida: dos jóvenes celebran su pedida de mano. Compromiso que iban a festejar por todo lo alto con un banquete de horas entre un chico de un clan gitano de feriantes de origen búlgaro con campamento base desde hace años en El Álamo (Madrid) y una joven de una familia gitana del madrileño barrio de Vallecas.

Preludio de una boda multitudinaria

La fiesta de compromiso, preludio de una boda a la que estaba previsto que asistiera un millar de personas, se celebró en el Layso, un pub de El Álamo de estética far west, al que la familia del novio era cliente habitual

El patriarca, conocido como El Albino, pagó a tocateja los 150 euros acordados cuando el propietario del establecimiento y él cerraron el pacto: el primero ponía el local; los clientes llevarían la bebida, la comida y la música. Dicen que esta, la música, amansa las fieras. En esta historia fue el detonante de su trágico final.

La hora de la cena

Eran las once y media de la noche del domingo, la hora en la que estaba pactada que empezara el banquete, una cena en la que no iba a faltar de nada. Uno de los asistentes, un joven de 20 años al que muchos describen como un gallito, estaba tocando el órganopero como era la hora de ir a comer iba a interpretar la última y apagaba el teclado. Pero entonces apareció un invitado del clan de El Álamo, un hombre de 40 años, y le pidió que le dejara tocar una más a él. La respuesta fue que no. Lo que debió de haber quedado ahí fue subiendo de tono.

El Albino, el patriarca, les dijo que si querían pelearse que adelante, pero que tenía que ser en la calle. El local no podía sufrir ni un desperfecto. La pelea entre dos hombres con demasiado orgullo derivó en una auténtica batalla campal. Tal era la violencia que ni la presencia de la Guardia Civil pocos minutos después pudo apaciguar los ánimos.

Resguardados en una furgoneta

De la familia de Vallecas solo acudieron ocho miembros al convite. Cinco consiguieron resguardarse en una furgoneta y marchar para refugiarse en el chalet de unos amigosFaltaban tres: Antonio 'Peke' Hag de 27 años y su mujer Jessica Márquez, de 28. Con ellos, Lucía, la cuñada de 'Peke'.

Los peores presagios se cumplieron, un BMW negro embistió a Jesica, Lucía y Peke intencionadamente a la altura del kilómetro 6 de la M-404, a solo 300 metros del lugar de la pedida. La mañana siguiente se encontraron los cuerpos de Jessica y Lucía. La primera estaba muerta. La segunda, gravemente herida. Afortunadamente, avanza favorablemente. Pocas horas después apareció el cuerpo de Peke amagado entre unos matorrales no demasiado lejos de donde había sido encontrado el cadáver de su mujer.

Escondido en un camión de cerveza

La tarde del pasado miércoles, la Guardia Civil encontró el vehículo del atropello, un BMW de color negroescondido en el remolque de un camión de reparto de cerveza. Todavía se está investigando la identidad del conductor.

Justo ha pasado una semana y la familia de Vallecas sigue llorando sus muertos. El clan del Álamo ha abandonado su campamento base en la localidad madrileña hacia un destino desconocido por miedo a represalias.

Dos muertos, una herida muy grave y cuatro menores huérfanos. Y todo por culpa de querer tocar una canción más con un órgano.

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