Entre abrazos, caricias y besos, Sofía y Kiko mostraron de lo más cariñosos en la piscina del hotel donde se hospedaron. Ambos disfrutaron de una jornada de relax mientras bronceaban sus cuerpos al sol. Los tocamientos y las caricias entre ellos fueron constantes, tanto en el agua como en la hamaca.
También les dio tiempo a tomarse un refresco y un sándwich contundente frente a la piscina. E incluso, en un momento dado de su día, pillamos a Kiko mirando con deseo el trasero de su nueva novia cuando esta se dio la vuelta.
Tras sus días de descanso en la isla pitiusa, la ganadora de Supervivientes y Gran Hermano y Kiko volvieron en avión a Madrid. Ya en el Aeropuerto de Barajas, los vimos muy sonrientes y con un potente bronceado, fruto de sus sesiones al sol en la terraza del hotel.