Sheila: la perrita que lleva más de un año esperando a su dueño en la puerta de la prisión

Lleva más de un año sin separarse de la prisión. Los trabajadores del centro penitenciario le dan alimentos y bebida

Sheila: la perrita que lleva más de un año esperando a su dueño en la puerta de la prisión
photo_camera Sheila: la perrita que lleva más de un año esperando a su dueño en la puerta de la prisión

Según recoge Informativos Telecinco, la conmovedora historia de Sheila, un perro que lleva más de un año esperando la salida de prisión a su dueño en Argentina ha conmocionado a los usuarios de las redes, como informa La República. 

Sheila es una perra mestiza cruzada con Golden Retriever, mascota de un hombre que se encuentra en prisión por cometer un robo a inicios del año 2018. Su fiel amiga le siguió desde el día de su detención a la cárcel, y no se ha movido de ahí desde entonces. 

Los trabajadores de la comisaria de Buenos aires donde se encuentra no se podían creer la fidelidad del animal, sintiendo mucha pena por él. Por eso, varios policías decidieron proteger a la perra y darle comida para que se alimentase bien: 

Uno de los policías que se encargan de su cuidado confirmaba la noticia: "Sabemos que es de este muchacho porque la hemos visto siguiéndolo antes de su detención. Lo cierto es que el día en que hicimos el procedimiento y lo trajimos a la dependencia, al rato Sheila se presentó y ya nunca se fue. Creemos que debe haber seguido al coche patrulla."

Además afirman que el can ya se ha ganado el cariño de todos, y que tiene una vida feliz en ese lugar, pero siempre pendiente de su dueño. "Tiene libre acceso a la comisaría, entra, sale, se va y vuelve. Duerme siempre adentro, a veces en la zona de calabozos y está siempre en contacto con su dueño".

Es tal el cariño que Sheila se ha ganado que, cuando hace unos meses un perro la atacó y la hirió de gravedad, todos se preocuparon mucho, y el personal la llevó a una clínica veterinaria que fue pagada por todos los miembros de la comisaria."

Ahora los trabajadores solo piensan en el momento en el que su dueño salga y ella se marche con él: "Vamos a echarla mucho de menos."

Comentarios