El Sescam se une a la base farmacoepidemiológica en Atención Primaria

Este proyecto de big data tiene como finalidad el mantenimiento de una base de datos anónimos de pacientes de Atención Primaria a la que pueden acceder investigadores con el fin de recabar información para la realización de proyectos de investigación sobre seguridad y efectividad de los medicamentos

La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha y la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, han firmado recientemente un convenio de colaboración por el que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) se incorpora al programa Base de datos para la Investigación Farmacoepidemiológica en Atención Primaria (BIFAP).

Este programa tiene como finalidad el mantenimiento de una base de datos de carácter nacional con los datos anonimizados de pacientes atendidos por los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria, con el objetivo de realizar estudios de investigación epidemiológica sobre la seguridad y la efectividad de los medicamentos, según ha informado la Junta en nota de prensa.

Así, de acuerdo con el convenio, el Sescam informará a todos los facultativos, así como a las distintas gerencias, de la posibilidad de participar activamente como médicos colaboradores de BIFAP, al tiempo que difundirá las potenciales virtudes de este proyecto como herramienta para la investigación en Atención Primaria.

Además, facilitará y promoverá la participación activa de los médicos de familia y pediatras de Atención Primaria en el proyecto, que a su vez podrán acceder a los servicios y herramientas web que ofrece la AEMPS en el marco del programa BIFAP, del que participan otras ocho autonomías.

De este modo, la participación en esta iniciativa por parte del Sescam va a suponer un incentivo para la realización de investigación de calidad desde Atención Primaria, promoviendo la colaboración de los facultativos de este nivel asistencial y el desarrollo de nuevas líneas de investigación sobre aspectos relevantes, en particular relacionados con la Salud Pública.

COLABORADORES DE BIFAP

Pueden colaborar con BIFAP aquellos médicos de familia o pediatras que realicen actividad asistencial en Atención Primaria en el seno de los servicios de salud de alguna de las autonomías que participan del programa, con independencia de su condición de médicos titulares, residentes, suplentes o interinos o médicos de atención continuada.

Una vez aprobada su solicitud, la AEMPS facilitará a los profesionales la formación necesaria, así como las herramientas e información agregada sobre uso de medicamentos o indicadores estadísticos provenientes del total de la base de datos BIFAP, al tiempo que podrán solicitar información sobre estudios de investigación.

Asimismo, para poder emplear BIFAP como investigador es necesario ser personal investigador adscrito a un organismo público, presentar un protocolo del estudio a realizar y obtener la aprobación del Comité Científico, lo que facilitará el acceso a los datos registrados en BIFAP para su uso con fines de investigación.

APUESTA POR LA ATENCIÓN PRIMARIA

La firma de este convenio de colaboración se enmarca en la apuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha por impulsar la investigación como línea estratégica fundamental en la Atención Primaria, junto con la asistencia y la docencia, para incrementar el conocimiento de nuestros profesionales sanitarios y, como resultado, mejorar la calidad de la asistencia sanitaria que se presta en los centros de salud.

Para el Gobierno regional, la Atención Primaria es un pilar fundamental y así lo ha puesto de manifiesto desde el inicio de esta legislatura, incrementando progresivamente el presupuesto destinado a este nivel asistencial, hasta alcanzar en el último ejercicio el 20,9 por ciento.

Más recursos para la Atención Primaria que están permitiendo, entre otras cuestiones, reforzar las plantillas, y con ello reducir la ratio de pacientes por profesionales, situando a nuestra región por debajo de las recomendaciones que hacen las sociedades científicas; poner más recursos a su disposición; y reducir la carga burocrática en sus consultas con proyectos como la receta electrónica y la receta interoperable.

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