El servicio de Apoyo y Asistencia Psicosocial a Víctimas, Familiares y Grupos Operativos en situaciones de Urgencia, Emergencia, Crisis y Catástrofes ha atendido 47 incidentes el pasado año, catorce casos más que en 2016, lo que representa un incremento de un 42 por ciento.
El objetivo del servicio de Apoyo, que se produce tras ser alertado por el Servicio de Atención y Coordinación de Urgencias y Emergencias (SACUE) 112, es prestar atención psicológica a los afectados y víctimas de aquellos incidentes surgidos en situaciones de urgencia o emergencia, ha explicado una nota institucional.
Además, también se ocupa de prestar apoyo anímico y psicológico a familiares y allegados, normalmente cuando tienen que afrontar alguna pérdida personal.
También este servicio, que se lleva a cabo a través de Cruz Roja de Castilla-La Mancha, merced al contrato firmado con la Consejería de Hacienda y Administraciones Públicas, está concebido para los trabajadores de los organismos intervinientes que, en determinadas ocasiones, pueden quedar afectados anímicamente por su participación en algún accidente o incidente de especial gravedad.
Marzo y junio han sido los meses en que se han concentrado un mayor número de incidencias atendidas, seis en cada uno, seguidos de febrero y septiembre, con cinco, mientras que octubre y noviembre han sido lo más tranquilos, con dos intervenciones en cada uno, y en este sentido en el primer semestre del año es cuando se han registrado más actuaciones, con 27.
Por provincias, Toledo ha sido donde se han atendido un mayor número de incidentes, con 24; seguida de Ciudad Real, con ocho; Albacete, con seis; Guadalajara, con cinco, y Cuenca en último lugar con sólo cuatro incidentes.
Por lo que respecta al tipo de sucesos para los que son activados por parte del Servicio de Emergencias 112, la mayor parte de avisos que han atendido los psicólogos y trabajadores sociales de Cruz Roja han sido por suicidios, y también tienen relevancia el fallecimiento súbito de personas en el ámbito familiar, la muerte de menores o decesos producidos en accidentes de tráfico o laborales.
Del mismo modo, también destacan las actuaciones llevadas a cabo tras los asesinatos de víctimas de violencia de género.
