Según recoge Diario Gol, ha vuelto a su mansión, que continúa en venta, tras pasar dos meses con su hija Terelu Campos. Mientras poco a poco todos los españoles recuperan la normalidad, incluso sus hijas, la presentadora prefiere ser precavida. Por el momento no se ha dejado ver por la calle ni en los medios de comunicación. La única vez que las cámaras la han captado ha sido en el traslado de casa de su hija a la suya propia de la mano de su chófer Gustavo, su gran apoyo.
La malagueña es una persona de alto riesgo debido a su edad y al infarto que sufrió hace un par de años. Por este motivo prefiere ser precavida y ya que no tiene necesidad no quiere arriesgarse a enfermar, a pesar de que en España la pandemia está controlada. El número de contagios ya se sitúa en las dos cifras y las muertes en una sola, incluso habiendo días en el que no costa ni un solo fallecimiento.
Sin embargo, María Teresa Campos podría enfrentarse a las consecuencias del coronavirus sin haberlo pasado. La malagueña es una persona mayor, ha estado más de dos meses completamente encerrada, haciendo una vida sedentaria y esto puede perjudicar a su salud ya que su cuerpo necesita moverse para poner en funcionamiento su corazón y sus huesos.
La madre de Terelu y Carmen Borrego presenta un aspecto más deteriorado, tal y como se han podido ver en las únicas fotografías de la matriarca tras el confinamiento. El no poderse hacer el tinte bien ni someterse a cuidados de belleza le ha perjudicado. Además estaría muy preocupada porque sus compromisos profesionales se han vuelto a ver retrasados. Cuando parecía que la relación entre ella y Telecinco se estrechaba todo se ha ido al traste. Ahora debido a la publicidad es muy probable que el proyecto no salga adelante. "Lo que está pasando con María Teresa Campos es muy grave", se apenan sus seguidores.
