Parece que forma parte del propio entorno, porque la habilidad de la chinche parda (Pentatomidae) para camuflarse es asombrosa. El fotógrafo David Weiller ha conseguido grabar a este insecto en la profundidad de la Selva Amazónica, y la dificultad para distinguirla del paisaje se ha convertido en un auténtico reto para los internautas.
En el vídeo podemos ver cómo la chinche se mueve lentamente, y esta es prácticamente la única manera de hacernos una idea de su silueta. El insecto consigue cambiar sus colores, semejando diferentes texturas, para mimetizarse con el entorno y así escapar de los depredadores. En este caso, la chinche parda se camufla como si fuera la corteza de un árbol.
La chinche parda o Halyomorpha halys es un insecto de origen asiático muy común en países como China, Japón, Corea o Taiwán, pero su presencia en América y Europa se ha decretado como una plaga. En Cataluña han aparecido ejemplares.
Además del camuflaje, uno de los métodos que utiliza la chinche parada para evitar ser devorada o capturada, es expulsar un líquido con un olor tremendamente desagradable.