El rapto de Nerea: dos clanes gitanos, una cita por Facebook y acusación de agresión sexual

La Policía sólo tiene constancia oficial de que hubo una desaparición y de un reintegro de la menor al domicilio, según confirman a EL ESPAÑOL. La familia de la menor de 13 años mantiene que la niña "se fue engañada" y que la retuvieron contra su voluntad"

El rapto de Nerea: dos clanes gitanos, una cita por Facebook y acusación de agresión sexual - EL ESPAÑOL
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Según informa Marta Espartero en EL ESPAÑOL, cuando Nerea J.J. salió de casa en la tarde del sábado, ni ella ni su propia familia imaginaban que ese paseo desembocaría en las horas más largas que se vivirían en la parroquia asturiana de Ciaño (Langreo). Era plena luz del díay la niña, de 13 años, no volvió a casa.

Rápidamente, los suyos se personaron en la comisaría de Langreo-San Martín del Rey Aurelio para denunciar que Nerea faltaba. Que no había ni rastro de ella. Que era una buena chica que jamás se había separado de su hogar. Nerea no habría dejado de llamar a su madre, aquejada de epilepsia, para mantenerla en el negro silencio.

La Policía investigaba la desaparición, aunque por las pruebas que han manejado sobre el caso, no catalogaron el suceso como "inquietante", tal y como han confirmado desde el Cuerpo a EL ESPAÑOL. Pero al hallar a Nerea, el relato de la familia no sólo ha ahondado en sus peores presagios, sino que ha dibujado un nuevo horizonte. Porque detrás de la historia de la niña hay variables más propias de una novela que de un caso real, aunque así sea: un rapto de una niña de etnia gitana por parte de otro clan, una cita entre adolescentes por Facebook y la sospecha, por parte del entorno de la cría, de una agresión sexual.

"Retenida en contra de su voluntad"

Al mediodía de este martes, su tía Estrella daba nuevas noticias sobre la desaparición de la menor. "Nerea viene en malas condiciones, está ida completamente, está en manos ya de médicos y de la Justicia", afirmaba en una suerte de comunicado en redes sociales. Además, apuntaba directamente a una familia de otro municipio asturiano a cuarenta minutos en coche de distancia. “Nos llegaron pistas de un delincuente de etnia gitana que tenía a la niña en Candás, retenida en contra de su voluntad”. Ellos también pertenecen a la comunidad gitana de Asturias.

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