Opinión

PSOE: Revolución-evolución-involución

Un estudio reciente de la Universidad de las Palmas,  calcula que la corrupción en nuestro país cuesta a los ciudadanos españoles 40.000 millones de euros al año (cuatro perras). Obviamente tales cifras solo pueden alcanzarse y orquestare desde un RÉGIMEN equivalente a mafia institucional.

Un estudio reciente de la Universidad de las Palmas,  calcula que la corrupción en nuestro país cuesta a los ciudadanos españoles 40.000 millones de euros al año (cuatro perras). Obviamente tales cifras solo pueden alcanzarse y orquestare desde un RÉGIMEN equivalente a mafia institucional.

Aunque sin tanto rigor académico, no menos ilustrativo del estado "pirata" de nuestras instituciones, es el caso de la lata de colacao (roja, aunque no marxista) con dinero corrupto, enterrada en un jardín por una política del PP.

Pintoresca excavación sintomática de que nuestros corruptos se sienten tan cómodos en nuestro marco institucional que, pasando de esfuerzos e ingenierías trilero-financieras, descienden ya directamente (un poco de azada) al plano de lo primitivo y lo telúrico: el jardín zulesco y el plano del tesoro. El montante en este caso ronda los seis millones de euros de dinero público robado a los ciudadanos españoles.

Hablar del PP seria para echarse a llorar, y así como quemar rastrojos o encender barbacoas en verano, no es prudente por el riesgo de incendio, tampoco es aconsejable llorar demasiado en este caso, dado el riesgo evidente de deshidratación.

En definitiva, el PP de Barcenas, del Bigotes, de Ordinas, de Cardona, de Matas, de las donaciones constructoras y de los favores destructores (con mucha probabilidad cohechos), de las privatizaciones para el lucro y el desfalco, de las cuentas patrióticas en Suiza y de los latrocinios orquestados a la patria, de las espantadas y mensajes cariñosos de Rajoy, y de los enredos en diferido de la presidenta de Castilla-La Mancha, ni nos sorprenden a muchos, ni frustran nuestras expectativas.

En pocas palabras, que son las que contiene un mensaje entre amigos, los delincuentes financieros (presuntos y en la cárcel), merecen mas cariño que los ciudadanos de a pie. Estos sólo merecen cachete, recorte, y ser robados. Al parecer, hoy Rajoy nos lo va a explicar con detalle.

Por todo ello,  y desde una perspectiva "progresista" (que apenas pretende "conservar" los últimos jirones de civilización, humanismo, y decencia), es preferible  hablar del PSOE como agente fiel y entregado del neoliberalismo salvaje, descerebrado, y corrupto, que se ha propuesto  lograr "liquidez" para unos cuantos “listos”, liquidando la poca naturaleza que queda, un poco de humanidad sobrante, y la escasa civilización que persiste.

A todas luces, los ERE son la guinda de un pastel que se ha cocinado durante varias décadas, con la levadura de la corrupción y el maridaje con los poderes fácticos (los de arriba), y que permiten con pleno derecho un cabreo en seco y sin tantas lágrimas, a la vez que monumental e irreversible, hacia esas siglas SOCIALISTAS, OBRERAS y ESPAÑOLAS que se han convertido en símbolo sublime de la hipocresía y de la incoherencia, o mas exactamente, de la mascara. De la mascara del dinero con poder y del poder con dinero.

En un ejercicio de política-ficción (que no es lo mismo que hacer de la ficción el principal ejercicio de la política),  podríamos poner en boca de personajes reales o imaginarios, frases imaginarias o acciones reales, sin traspasar por ello las fronteras de la verosimilitud, y logrando efectos de identificación, aunque siempre dentro del ámbito de la especulación literaria.

Procediendo de tal modo al desarrollo de esta farsa (que es la farsa de nuestros padres de la patria), podremos imaginar o recordar con imparcialidad y distancia,  lo que nuestros personajes dijeron o hubieran podido decir, en consonancia con los hechos del pasado inexorable, del presente aciago, o del futuro incierto.

Tres personajes nos bastarán para recrear la deriva del PSOE, que alguna relación debe tener con la deriva (un tanto funesta) del país.

El señor González (anteriormente Felipe) inicio el proceso de exitus con un "hay que ser socialistas antes que marxistas". De entrada no esta mal. Poco radical y mediante etapas. El arte de dosificar lo que se oculta. Con los banqueros cultivamos bonsáis y con los votantes slogan pegadizos. Un 10 para un vendedor de mantas.

Durante la etapa cumbre del "pelotazo" (sello  inmarcesible del psssocialismo) también dijo "no hay que morir de éxito". Otra frase brillante, fruto de la efervescencia regada con buen champán. Como conclusión: de entrada socialista, y de salida experto en gases. Paco Umbral (y ya ha llovido), lo degrado del nombre de pila al apellido.

Rubalcaba, mefistofélico y eterno pretendiente, que por pactar pacta hasta con el diablo en gallego, tan prudente como un banquero con contrato blindado y pensión VIP, sin cuya prudencia, frigidez, o falta de definición, el 15M habría sido imposible (y gracias a Dios y la dignidad con mala leche, lo fue), muy bien podría haberse definido así: "Hay que ser socialdemócratas antes que socialistas". Un incremento en la dosis.

Almunia, tras comprobar que aquí no le queríamos ni siquiera una pizca, ni le votábamos mucho más, se fue a Bruselas  para poder mandar a los de abajo y obedecer a los de arriba. Cosas de la democracia. Partidario con barriguita del adelgazamiento del estado y de parte de la humanidad  esclava que contiene, casi se le escapó (o quizás dijo): "Hay que ser neoliberales antes que socialdemócratas".

Y me parece muy bien, porque para gustos los colores, pero a cara descubierta y con siglas coherentes. Propongo PNOE: Partido neoliberal oculto aunque español.

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