El Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha 2018-2025 ha permitido incorporar la perspectiva de género de una manera transversal en todas las medidas que contiene y el II Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres de la región 2019-2024 recoge pautas encaminadas a mejorar la calidad de vida de mujeres con problemas de salud mental.
Así lo ha afirmado la directora del Instituto de la Mujer, Araceli Martínez, durante la "I Jornada de Salud Mental y Mujer: Necesidad de un enfoque de género", la primera que se realiza sobre esta materia en la región, según ha informado el Gobierno regional en nota de prensa.
La directora del Instituto de la Mujer ha incidido en la importancia del enfoque de género en el ámbito de la salud mental, ya que a la hora de abordar las situaciones de violencia machista, "la psicológica es la primera violencia que se ejerce y se incrementa posteriormente con otras formas de violencia, ocasionando desestructuraciones sobre la persona y la familia”.
En este sentido, Araceli Martínez ha subrayado la necesidad de prevenir estas situaciones y atender la intergeneracionalidad, aspecto que, a su modo de ver, permite "evitar que en el futuro haya niños maltratadores y niñas que, en edad adulta, se conviertan en aceptadoras de la situación de violencia".
Por su parte, la directora de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria, Maria Teresa Marín, ha abundado en la necesidad del empoderamiento femenino y, para tal fin, ha instado a escuchar la percepción de las mujeres respecto a su malestar psíquico.
A lo largo de la jornada, que ha inaugurado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, han participado profesionales, personas afectadas, familiares y representantes de asociaciones, con el objetivo de crear un espacio de reflexión para analizar desde una perspectiva de género la situación de las mujeres con problemas de salud mental.
El Plan de Salud Mental de Castilla-La Mancha (2018-2025) recoge la perspectiva de Género en Salud Mental y propone recomendaciones dirigidas a sensibilizar a las familias, así como a acompañar y empoderar a las mujeres con problemas psicológicos para evitar la discriminación y posibilitar su participación en la sociedad.
