Pedro Cavadas, el niño sin vocación convertido en ‘doctor Milagro’, deja la sanidad pública

La muerte de su hermano y un viaje a África, le cambiarían la vida para siempre. Sus operaciones 'imposibles' han salvado a miles de personas

Pedro Cavadas, el niño sin vocación convertido en ‘doctor Milagro’, deja la sanidad pública - EL ESPAÑOL
photo_camera Pedro Cavadas, el niño sin vocación convertido en ‘doctor Milagro’, deja la sanidad pública - EL ESPAÑOL

Según informa Beatriz G. Portalatín en EL ESPAÑOL, a mediados de los años 70, cuando todavía no se hablaba de cambio climático ni de Twitter ni Instagram, Felix Rodríguez de la Fuente reunía a pequeños y mayores frente al televisor. Uno de los niños que no faltaba a la cita era Pedro Cavadas, más conocido hoy como el doctor milagro. Sus actuales hazañas de médico no tienen nada que ver con aquellos lobos amigables que mostraba el querido naturalista. Cavadas ha dedicado su vida a la cirugía y la reconstrucción microquirúrgica. Pero, como los mansos lobos de Félix, hace que quirófanos sean también “menos malos”.

Sus milagros son ciencia. Y han devuelto la vida a miles de familias que ya la daban por perdida: trasplantes que han salvado piernas, manos, pies, dedos, caras y hasta mandíbulas y lenguas. Aunque sus operaciones puedan parecer imposibles, no son más que realidades zurcidas sobre lo que parecía, en un principio, inalcanzable.

Esta semana ha saltado su figura a los medios de comunicación porque sus milagros ya no tendrán lugar en la sanidad pública. Cavadas, por puro agotamiento, ha solicitado su baja del Hospital valenciano de Manises para centrar su actividad en el Hospital privado Nisa 9 de Octubre.

Hace ahora 10 años, en agosto de 2009, el doctor Cavadas se convirtió en el primer cirujano en hacer un trasplante de cara en España, -el octavo en todo el mundo-, incluyendo también un trasplante de lengua y de mandíbula. Cinco años antes, logró uno de esas hazañas más comentadas de su trayectoria. Para salvar el brazo amputado de un paciente de 25 años que perdió en un accidente de tráfico, Cavadas mantuvo el brazo amputado durante nueve días unido a una de las piernas del paciente -a través de las venas y las arterias- hasta que el brazo fue después reimplantado en el muñón.

Otro de esos logros fue hace tan solo un año en el que “salvó la vida” de un joven que con 9 años se quedó tetrapléjico y “partido en dos”, como dijo el propio doctor. Para “salvarlo”, unió la columna vertebral a la pelvis, usando hueso del peroné. Unos meses antes de esta intervención, reimplantó la mano de un marino que había perdido en un accidente. Estos son sólo algunos de los ejemplos del porqué del apodo de doctor milagro.

O el caso de Samira Benhar, uno, sin duda, de los más llamativos: el doctorreconstruyó su rostro y le extirpó el tumor benigno que le cubría media cara, a causa de una enfermedad que padecía desde los 3 años.

Hoy este cirujano vuelve a ser noticia por una operación de otro tipo: un nuevo cambio y giro de su carrera profesional. El pasado jueves, 8 de agosto, los medios de comunicación publicaban que el cirujano abandonaba la sanidad pública para trabajar sólo en la privada. Así, Cavadas dejaba el pasado julio el Hospital Manises de Valencia -de titularidad autonómica y de gestión privada- donde trabajaba desde 2011 para irse al Hospital Vithas 9 de Octubre  también en Valencia. “Me cambio de hospital porque no doy abasto. Tengo más trabajo del que puedo atender y los días tienen 24 horas”, declaró a ABC. En su nuevo centro, elogian su bienvenida y “excelencia”.

Sigue leyendo este reportaje completo en EL ESPAÑOL

Comentarios