La ciudad de Cuenca fue fundada entre los años 950 y 1032, según las últimas evidencias

Tras la prueba del Carbono 14
En la imagen de archivo vista panorámica de la ciudad de Cuenca - Fotografía: Luciti
photo_camera En la imagen de archivo vista panorámica de la ciudad de Cuenca - Fotografía: Luciti

Pruebas del Carbono 14 practicadas a muestras de cal recogidas en la zona musulmana de la muralla del Castillo de Cuenca y de la muralla del parque del Huécar han establecido la fundación de la ciudad de las Casas Colgadas entre los años 950 y 1032, en la segunda mitad del siglo X.

En declaraciones a Europa Press, el arqueólogo Santiago David Domínguez, de Ares Arqueología, ha puesto en valor este hallazgo, que este dato antes era impreciso, y que se basaba en suposiciones históricas, consiguiendo acotar ahora a falta de crónicas históricas la fecha de fundación de la ciudad.

"Por datos históricos sabemos que Cuenca ya se menciona en el año 1010, pero ahora podemos decir con toda seguridad que Cuenca fue fundada en el periodo califal de la época islámica de la segunda mitad del siglo X", ha detallado Domínguez.

Las muestras se han cogido de las ruinas del antiguo torreón musulmán presente en la actual muralla del barrio del Castillo, infraestructura que en la época tenia fines defensivos y que fue de las primeras construcciones que se llevaron a cabo en la Cuenca que actualmente se conoce.

Hasta ahora se hipotetizaba con la fecha de fundación de Al-Madinat-Kunka, hablando algunos autores del siglo IX y otros apuntado incluso al XI. "A falta de testimonios escritos que recojan la fecha exacta del origen de Cuenca o Kunka como ciudad o medina, ahora se ha probado científicamente que la fecha real y las teorías acertadas son las que rondan en el entorno de la segunda mitad del Siglo X", ha detallado el arqueólogo.

"Sabemos qué partes de las murallas y del Castillo las construyeron los musulmanes porque, en primer lugar, están en las zonas más bajas de los lienzos y, en segundo, porque presentan una técnica constructiva característica y que consistía en poner grandes tizones o sillares toscos en vertical", ha explicado Domínguez.

Las muestras se eligieron en este antiguo torreón porque, en su origen, debía ser obligatoriamente uno de los edificios fundacionales de la medina islámica: "Cuenca es una meseta defendida naturalmente por los grandes acantilados de las hoces del Júcar y del Huécar. Rellenando los huecos con una línea de muralla es por ambos lados inexpugnable. Uno de los puntos débiles es precisamente el istmo bajo el Cerro de San Cristóbal. Se puede pasar por ahí a pie y desde una posición ventajosa. Por ello se tuvo que construir una fortificación primigenia en ese punto. A modo de tapón", ha precisado.

SEGUNDA MUESTRA EN LA PARTE BAJA DEL CASCO ANTIGUO

Además, según ha explicado Domínguez, se ha tomado una segunda muestra de cal de la Muralla del Huécar y, efectivamente, se ha comprobado con ello que Cuenca se amplió en época de los almorávides.

"Se trata de un importantísimo descubrimiento, un gran avance científico y un enorme logro: además de por el hecho de haber conseguido finalmente arrojar luz sobre el oscuro inicio del devenir urbano de Cuenca, estos datos serán de gran utilidad a los especialistas en la historia musulmana de la Península Ibérica", como ocurre en el caso de uno de los autores de este estudio, Míchel Muñoz, que está dedicado el tema de su tesis doctoral a las fortificaciones de la provincia de Cuenca en época medieval.

La investigación ha sido desarrollada por los dos directores de Ares Arqueología y Patrimonio Cultural, Míchel Muñoz y Santiago David Domínguez Solera, autorizada y financiada por el Ayuntamiento de Cuenca y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, en el contexto de diversos expedientes administrativos relativos a las fortificaciones conquenses.

Las pruebas, procesadas en los laboratorios de Beta Analytics -- situados en Miami, Estados Unidos--, se han realizado sobre muestras de cal de dos puntos cruciales del recinto amurallado histórico de Cuenca Capital: los cimientos del torreón original del Castillo y la cimentación de la muralla del Parque del Huécar.

Concretamente se ha analizado el carbón y la ceniza de la madera que quedó mezclada con la cal cuando se fabricó este tipo de material constructivo --se quema piedra caliza con abundante leña-- con el que se ligaban las piezas de sillería y mampostería.

"ALEGRÍA DESDE EL PUNTO DE VISTA INSTITUCIONAL"

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Cuenca, Miguel Ángel Valero, en declaraciones a Europa Press, ha destacado la "alegría desde el punto de vista institucional" de que las investigaciones y trabajos arqueológicos relacionados con la ciudad "vayan aportando datos".

"Que nos haya dado una prueba de Carbono 14 es una manera más de que la investigación arqueológica va haciendo sus frutos y que es un punto más a tener en cuenta en las hipótesis de trabajo", ha recalcado el también arqueólogo.

A su juicio, este dato "afianza un poco las labores arqueológicas van a portando poco a poco datos sobre el puzle cronológico que es Cuenca".

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