Opinión

Otro parche a las pensiones

El Congreso dio luz verde el pasado jueves a las recomendaciones de la Comisión del Pacto de Toledo para la reforma del Sistema Público de Pensiones. Unos cambios que llegan con cuatro años de retraso, que son necesarios, pero que sin embargo no arreglarán los problemas que a medio y largo plazo presenta el sistema. La reforma planteada, que después tendrá que ser desarrollada en un proyecto de ley y aprobada definitivamente, se centra básicamente en que las pensiones sigan subiendo con el referente del IPC, sacar del sistema las prestaciones que no son contributivas y alargar la edad de jubilación. En definitiva, un poco de maquillaje para tapar el gran agujero actual que presenta un sistema que año tras año no puede hacer frente a los gastos con los ingresos que produce. Cada vez hay más pensionistas con jubilaciones más altas que van a cobrar durante más tiempo frente a un número de trabajadores que se incorporan al mercado laboral y que aportan cotizaciones bajas. De hecho, según los cálculos en 2050 habrá un trabajador por cada pensionista.

La idea de sacar de la caja de las pensiones prestaciones que no dependen de las cotizaciones de los trabajadores puede ser una buena idea. Se clarifica lo que de verdad corresponde a pensiones y habrá que explicar, si se quieren otro tipo de prestaciones como el IMV, que saldrá de subir los impuestos y con cargo al Presupuesto. Por otro lado, seguir subiendo las pensiones con arreglo al IPC como único referente es muy controvertido, ya que no se tienen en cuenta otros factores como la riqueza generada ese año, las cotizaciones o los salarios, como sí ocurre en otros países. Tampoco se recupera el Factor de Sostenibilidad de la reforma del PP, que tenía en cuenta la esperanza de vida.

En mi opinión, no se atajan los problemas reales. Los partidos le han dado una patada a un balón que algún día le llegará a los pies a algún gobierno y además destrozada. Claro, que es duro decir a las nuevas generaciones que el sistema no da más de sí como está planteado y que en realidad hay que ir pensando en algún mecanismo complementario como los planes de empresa, porque colapsará si los gobernantes siguen empeñados en no coger el toro por los cuernos de la partida presupuestaria más elevada. Nada menos que 160.000 millones en 2021.

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