Marta del Castillo, caso abierto: lagunas policiales y judiciales tras los audios del topo

10 años después, el crimen de la adolescente sevillana sigue despertando dudas. Las grabaciones realizadas por un infiltrado pudieron darle un giro a la investigación

Marta del Castillo, la joven asesinada en Sevilla el 24 de enero de 2009 - EL ESPAÑOL
photo_camera Marta del Castillo, la joven asesinada en Sevilla el 24 de enero de 2009 - EL ESPAÑOL

Un reportaje de Andros Lozano publicado en EL ESPAÑOL

¿Qué pasó en la casa en que asesinaron a Marta del Castillo? ¿Sólo Miguel Carcaño y ella estaban allí? ¿Nadie más, aparte de 'El Cuco', ayudó a Carcaño a deshacerse del cadáver de la menor sevillana? ¿Por qué contó 'El Cuco' en una confesión que nunca llegó a manos de la justicia que al llegar allí el hermanastro de Carcaño lo amenazó? ¿Quién era esa mujer que dijo ver en la casa pero que no reconoció, y que se le escucha decir en una grabación recogida por un infiltado?

10 años después, el caso Marta del Castillo sigue arrojando zonas de sombras. EL ESPAÑOL ha publicado durante esta última semana varias informaciones que subrayan las lagunas que sigue habiendo en torno a un caso que paralizó durante días a toda una ciudad, Sevilla, y que conmocionó al país.

Los hechos

El 24 de enero de 2009, Miguel Carcaño, de 21 años, mató a Marta del Castillo (17) en su casa del número 78 de la calle León XIII de Sevilla, muy cerca del Parlamento andaluz y a sólo unos minutos en coche o en moto del río Guadalquivir. Sucedió cerca de las nueve de la noche. Antes, Miguel había llevado en su scooter a Marta a ver a un amigo hasta el barrio de Triana. Aquel encuentro apenas duró cinco minutos.

Después del fallecimiento de su madre, Carcaño convivía en aquel inmueble con su hermanastro, Francisco Javier Delgado, aunque Miguel llevaba unos meses yendo y viniendo entre dicha residencia y la casa de la que era su pareja por ese entonces, una adolescente de Camas (Sevilla).

Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo, cumple en prisión 21 años y tres meses de condena.Miguel Carcaño, asesino confeso de Marta del Castillo, cumple en prisión 21 años y tres meses de condena. EFE

Desde entonces, y han pasado ya 10 años, el cadáver de Marta del Castillo sigue sin aparecer. “Yo sólo quiero saber ya dónde está mi hija y tener un sitio al que ponerle flores”, dice su padre, Antonio del Castillo. “Y no me dejan hacerlo”.

Durante los últimos días este periódico ha desvelado una serie de conversaciones grabadas por un hombre que se infiltró en el entorno de Francisco Javier Romero García, un chico de 15 años apodado ‘El Cuco’. El menor estuvo aquella noche en el piso de la calle León XIII, vio el cadáver de Marta y ayudó a Carcaño a deshacerse de él. Eso dicen dos sentencias.

600 horas de conversaciones

Esas grabaciones, que suman alrededor de 600 horas, nunca llegaron a manos de un juez. Se hicieron fuera de la ley. La Policía, años después, desacreditó en sede judicial al topo que las grabó. Dijo que sólo era un simple “delincuente” que decía “paparruchadas”.

Pero como adelantó este periódico este pasado viernes, el infiltrado era un viejo conocido de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) así como de otras unidades de la jefatura superior de la Policía Nacional de Sevilla.

Durante casi dos años y medio, Óscar, el topo, se aproximó tanto a la familia de ‘El Cuco’ que llegó a enamorar a la madre del menor, Rosalía García. Se metió en su casa, convivió con ella y estuvo presente durante numerosas reuniones de Rosalía y de su marido, Ángel Romero, con la Policía, con su hijo o con el abogado del propio adolescente. Fue tan cercano al chico que éste le llamaba “primo”.

En esas grabaciones se evidencia la presión con la que trabajó la Policía en su día, cómo la propia madre de ‘El Cuco’ pudo orquestar una estrategia para encubrir a su hijo o cómo el GRUME conocía que Rosalía García mentía y, sin embargo, nunca lo trasladó al juez.

En este reportaje, en base a las aportaciones de las grabaciones hechas por el infiltrado, hacemos un análisis del caso y explicamos las dudas que siguen existiendo en torno a cómo se produjo la muerte de Marta del Castillo.

1. “Debió hacerse cargo Homidicios”

El Grupo de Menores (GRUME) de la Policía Nacional en Sevilla asumió la investigación del caso por la desaparición y muerte de Marta del Castillo. En el momento que Miguel Carcaño confiesa que mató a la menor, la lógica policial indicaba que lo asumiera el Grupo de Homicidios de la Policía Judicial. Sin embargo, siguió en manos del GRUME.

Un funcionario policial de alto rango explica a EL ESPAÑOL que, una vez se produce la confesión de Carcaño, el cambio de grupo investigador debió realizarse. “Mi opinión es que se hubiera hecho cargo del tema Homicidios, e incluso Homicidios central”, dice, en referencia a los compañeros de Madrid.

En una de las grabaciones hechas por el infiltrado a la por entonces era jefa del GRUME se le escucha decir: “No me tengáis agobiada como me habéis tenido durante año y medio. Dadme un margen de tiempo. No me dejáis trabajar. Es que no nos han dejado trabajar. No se hacen las cosas como se debe”. En ese momento ya ha terminado la instrucción judicial del caso, pero la Policía sigue teniéndolo encima de la mesa.

2. El infiltrado: ¿colaborador o simple delincuente?

El topo que se infiltró en el entorno de ‘El Cuco’ no era un simple “delincuente” que decía “paparruchadas”, como explicó la Policía en sede judicial. Según un documento confidencial que este viernes desveló EL ESPAÑOL, Óscar -nombre falso; su identidad es otra- colaboró anteriormente con este cuerpo durante “varios años” y ayudó a esclarecer “diversos delitos”.

El infiltrado en el entorno de ‘El Cuco’ grabó 600 horas de conversaciones del menor, de sus padres, de su abogado y de todos ellos con la propia Policía durante los encuentros con los investigadores. En una de ellas se escucha a ‘El Cuco’ (condenado por encubrimiento) decir que quería cambiar su confesión, que ya no tenía miedo a Francisco Javier Delgado (absuelto), hermano del asesino confeso, Miguel Carcaño, y que él mismo limpió con una fregona la escena del crimen. “Le pegué dos pasás y me fui”, se le escucha decir.

Pese a la intención de los investigadores por desligarse de Óscar, éste sí guardaba una estrecha relación con la Policía. Así se refleja en un documento fechado el 23 de mayo de 2008, ocho meses antes del asesinato de Marta del Castillo en un piso de la calle León XIII de Sevilla.

En él, el inspector jefe de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO) de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Sevilla admite que Óscar, “desde hace varios años y de forma totalmente desinteresada, viene colaborando con esta unidad”. Añade que ha colaborado con otras unidades de la Policía y que, gracias a su labor, ha ayudado al esclarecimiento de varios casos.

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