La novelista y dramaturga Llanos Campos ha denunciado que “vivimos una época en la que parece que desandamos algunos pasos ya dados” en materia de igualdad y ha pedido a las adolescentes que se pregunten “por qué” ante comportamientos controladores que tratan de camuflarse como protectores.
Eso es lo que hace Tamiel, la protagonista de su nueva novela “La reina negra”, en la que se enfrenta al destino de reina consorte sumisa y silenciosa que por tradición le estaba impuesto “con un par de preguntas y un poco de lógica”, sencillas armas con las que logra “desmontar todo”.
La novela es una de las tres finalistas del Premio Hache, la versión para adolescentes de 12 a 14 años del Premio Mandarache de fomento de la lectura que organiza el Ayuntamiento de Cartagena.
Llanos Campos (Albacete, 1963) visita este martes y miércoles la ciudad para mantener varios encuentros con sus jóvenes lectores, que elegirán, sin intervención de ningún otro jurado, la novela ganadora de esta edición.
En una entrevista con Efe, Campos subraya que se siente muy orgullosa del mensaje feminista que transmite esta obra, que nació de su intención de contar “una historia de amor” que finalmente ha quedado diluida como un acontecimiento más en la vida de la protagonista.
“No quería hacer una historia de amor clásica de princesas y caballeros, en la que él la salva a ella y parece que la mujer no ha tenido vida antes del romance”, ha asegurado, porque esa visión “del falso amor romántico” es la que ha llevado a muchas mujeres y adolescentes a crecer con una idea errónea en la que el papel salvador del hombre se tambalea en una delgada línea que lo separa del papel controlador.
En su opinión, el movimiento feminista y la reivindicación del empoderamiento de la mujer está resurgiendo en los últimos años porque se había retrocedido sobre un concepto que ya parecía superado, el de que “el amor debe ser un ejercicio entre iguales, en el que nadie tiene que salvar al otro, ni pagarle la cena al otro”.
Además de la reina Tamiel, la otra gran protagonista de esta novela es la verdad, que para Campos es “un personaje más” que genera el conflicto de la trama.
“La verdad es positiva aunque sea dolorosa. La verdad es necesaria, es necesario reivindicarla. En una época de bulos, de noticias falsas, la búsqueda de la verdad debería de ser una asignatura obligatoria en los colegios porque quienes menos saben, quienes menos información tienen y, por tanto, menos acceso a la verdad, son los más manipulables”, ha subrayado.
Por eso, la autora, que ya ganó en 2014 el Barco de Vapor con su primera novela, “El tesoro de Barracuda”, asegura también que solo escribe cuando tiene “algo que contar” y le “motiva de verdad”, sin plantearse si el resultado final irá enfocado a un público adolescente, como en este caso, o adulto, como el volumen de cuentos que está finalizando en la actualidad.
Ha lamentado, “la cultura, en general, está muy maltratada” por los poderes públicos, y no forma parte del debate político a pesar ser “lo que vertebra una sociedad”.
