La herencia gallega del dicatador Franco lleva a sus familiares ante la justicia

El periplo judicial de los Franco por su herencia, por lo que se ha calificado de "expolio" en el Parlamento gallego y otras instancias públicas, ha recibido esta semana el primer gran varapalo para los herederos del dictador
La Justicia ha decretado esta semana que la familia Franco debe devolver al Estado el Pazo de Meirás
photo_camera La Justicia ha decretado esta semana que la familia Franco debe devolver al Estado el Pazo de Meirás

El Pazo de Meirás, la Casa Cornide o dos estatuas del Mestre Mateo actualmente en manos de la familia Franco son algunas de las propiedades gallegas que integran la herencia del dictador y que se encuentran inmersas ya, en su mayor parte, en una batalla judicial en la que distintas administraciones defienden su recuperación para el patrimonio público.

El periplo judicial de los Franco por su herencia, por lo que se ha calificado de "expolio" en el Parlamento gallego y otras instancias públicas, ha recibido esta semana el primer gran varapalo para los herederos del dictador después de que una jueza de A Coruña sentenciara que el Pazo de Meirás es propiedad del Estado, por lo que los Franco deben devolverlo y sin recibir ninguna compensación.

Este viacrucis de los herederos de Franco sucede menos de un año después de la exhumación del dictador del Valle de los Caídos, uno de los compromisos del Gobierno de Pedro Sánchez relativos a la memoria histórica.

EL PAZO DE MEIRÁS

La titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña, Marta Canales, concluye que el pazo, residencia de verano del dictador en Sada (A Coruña) y Bien de Interés Cultural, fue un regalo que se hizo en su momento al jefe del Estado y no a Francisco Franco a título personal.

El objetivo de este obsequio era, según los expertos que declararon en el juicio, que Franco tuviera una residencia en Galicia para que al menos una vez al año se trasladase a A Coruña el aparato de un naciente estado franquista, a modo de la corte de verano y de cercanía a los círculos de poder de la elite socioeconómica coruñesa.

Franco inscribió a su nombre en 1941 la finca como compraventa en el Registro de la Propiedad, una operación que para la jueza no fue sino una simulación, una "ficción", "lo que determina la nulidad de la misma"; además, sostiene en la sentencia que los Franco no deben ser indemnizados por los gastos que aseguraron asumir para el mantenimiento de la propiedad, que llegaron a poner en venta por ocho millones de euros, porque esta se incorporó al patrimonio de la familia "de mala fe".

El fallo, que ha sido recibido como una "victoria democrática" por administraciones de distinto color político, no es firme y el abogado de la familia Franco, Felipe Utrera Molina, ha confirmado a Efe que lo recurrirán.

LA CASA CORNIDE

Este mismo camino podría esperarle a la Casa Cornide en A Coruña, también en manos de la familia del dictador y en venta y que en su día albergó la sede del Ayuntamiento herculino.

Un informe histórico encargado recientemente por este Consistorio constata que Franco adquirió este inmueble, ubicado en la Ciudad Vieja, de forma "fraudulenta", lo que supone una de las patas para reclamar por vía judicial su titularidad, aseguró la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, el pasado mes de julio, tras la celebración del juicio por la propiedad del Pazo de Meirás.

El estudio sostiene que el Ayuntamiento de A Coruña vendió el 2 de agosto de 1962 la Casa Cornide a Pedro Barrié de la Maza por 305.000 pesetas en una subasta "fraudulenta" y este se la vendió cuatro días después a la mujer del dictador, Carmen Polo, por 25.000 pesetas, sufriendo así el palacio una minusvaloración del 1.200 %.

Además de este informe histórico, la segunda pata para iniciar el proceso judicial será un informe histórico artístico que está siendo elaborado para la declaración del inmueble como Bien de Interés Cultural, que "es la manera de blindar la titularidad pública de la vivienda", dice Rey, por lo que, a partir de ahí estima que será cuestión de meses que se consumen las acciones judiciales.

El abogado del Estado jefe en Galicia, Javier Suárez, no descarta esta posibilidad al afirmar esta semana que la "solidez" de la sentencia que obliga a la familia Franco a devolver este pazo podría "dejar abierta" la vía a presentar otro caso por la Casa Cornide.

"También el Estado, si considera que es un bien público, lo estudiará", ha ratificado el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada.

LAS ESCULTURAS DEL MESTRE MATEO

Otro caso que de momento ha concluido de forma favorable para los Franco ha sido el de las dos esculturas del escultor Mestre Mateo, artífice del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago y que un juzgado madrileño reconoció como propiedad de los herederos.

El Ayuntamiento compostelano que reclama su devolución recurrió la sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 41 de Madrid con el argumento, entre otros, de que acreditó haber comprado estas figuras al Conde de Ximonde en el año 1947 y que incluso "que el examen de las esculturas se realiza en la propia casa consistorial".

La Audiencia Provincial falló también a favor de los Franco y por ello la Corporación municipal decidió presentar un recurso extraordinario de revisión ante el Tribunal Supremo para tratar de recuperar la propiedad de estas estatuas, que representan a Abraham e Isaac, declaradas BIC junto a otras siete atribuidas al Mestre Mateo y a su taller procedentes de la desaparecida portada exterior occidental de la catedral compostelana.

El alcalde de Santiago, Xosé Sánchez Bugallo, aseguró ayer mismo que van "a por todas" en este caso, si bien lamentó que en su momento no se pudiera aportar un mayor volumen de documentación para respaldar sus pretensiones que ahora sí tienen y con la que pueden demostrar "sin ningún género de duda" que ambas piezas son suyas.

OTROS BIENES 

También el consejo de administración del Puerto de Vigo decidió reclamar por la vía judicial los terrenos junto a la ría que ha puesto a la venta la familia Martínez Bordiú de Cubas, sobrinos de Carmen Franco, hija del dictador Francisco Franco, con el argumento de que ese suelo está en una zona de dominio público.

Allí está ubicado el Museo de Rande, habilitado en una antigua conservera de pescado conocida como "Fábrica el alemán", en alusión a Otto Gerdtzen Boyé, a quien varios historiadores identifican como suministrador de wolframio extraído en Galicia para el ejército nazi.

Además de estos bienes y otros ya vendidos, partidos como el BNG y otros colectivos denuncian que también fueron expoliadas las pilas bautismales de San Xián de Moraime o el Pazo de Bendaña en Dodro, además de diversas obras de arte, fuentes, cruceiros, balaustradas y escudos que fueron trasladados desde otros pazos para el dictador.

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